En esta época que nos ha tocado vivir, es algo inusual hablar de Rondas de Jota, aunque la Jota en todas sus facetas, canto, baile y rondaderas, está muy presente en todos los pueblos de Aragón, especialmente en sus fiestas patronales.
Pero lo anunciado en Castejón de Valdejasa, «1ª Ronda de Jotas», llama la atención en la comarca de las Cinco Villas, porque ha sido capaz de aunar a los distintos grupos de jota de los distintos pueblos para llenar las calles de Castejón, en una noche llena de encanto con rondallas y joteros, como ocurriría en tiempos que tenemos olvidados, cuando los mozos encontraban en la ronda, el mejor modo de manifestar a una moza sus sentires amorosos.
¿Cuanto tiempo ha transcurrido desde entonces? Desconozco datos concretos de, cuando las rondas, con aquel exclusivo fin, dejaron de existir en nuestra comarca; pero Carlos Dembowski, el viajero que el 1 de Febrero de 1838 entraba en España por Canfrán para conocer España y disfrutar de sus encantos, visitando Ayerbe y Zaragoza en primer lugar, dejó constancia de cómo se realizaban en aquel momento los rondas a las mozas, en un libro lleno de curiosidades, bajo el título: «Dos años en España y Portugal durante la guerra civil».
En lo concerniente a Zaragoza, escribe :
Según dice mi guía, hace a lo sumo dos años, antes de que el orden en la población estuviera confiado a la milicia nacional, nos habría sido imposible pasar por la calle hasta que aquel joven hubiera acabado su rondalla; es el nombre especial de la serenata aragonesa. Entonces habríamos encontrado a los amigos del enamorado trovador apostados con armas a los dos extremos de la calle y dispuestos a disputar el paso a todo trance, no solo a nosotros, sino incluso a los moradores del barrio. Pretensión tan extravagantes daba con frecuencia lugar a luchas sangrientas debajo de las ventanas de las hermosas, porque el rival del cantor, por poco que se las diera de valiente, se creía obligado a ir a perturbar la serenata.
A veces acudían los alguaciles, y entonces los dos guitarristas suspendían la lucha para rechazar su avance a los de la guardia, a los cuales no reconocían el derecho de mezclarse en sus asuntos. Pero hoy que los alguaciles han sido sustituidos por los milicianos, la rondalla ha perdido su primitivo carácter, porque por no exponerse a matar a un amigo o a un pariente que pudiera estar de servicio, los jóvenes enamorados, bien a su pesar, se ven obligados a tolerar el paso por la calle que hacen evacuar con sus melodiosos suspiros.
Al comienzo del texto, algunas coplas como estas:
En tu calle hay barro;/tengo que hacer un puente,
/con las costillas de un guapo/y la sangre de un valiente.
Por tu calle voy entrando,/cabellos de emperadora;
/si tienes los novios guapos,/diles que salgan ahora.
Mi corazón se ríe del plomo,/mi corazón de puñales,
/y la sangre de mis venas/hierve porque tu no sales.
Es para felicitarse, que un pueblo como Castejón de Valdejasa, ofrezca un reconocido Homenaje a un antiguo jotero nacido en este pueblo, Emilio Arrieta, con la participación del conocido historiador de la Jota Aragonesa, D. Evaristo Solsona y diferentes joteros, y lleve adelante, esta brillante iniciativa de una noche de Jotas de Ronda en las Cinco Villas; aunque en estos tiempos, para expresar sentimientos, están más cercanos los teléfonos móviles e internet.
Os felicito desde mi Blog.
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