Si periódicamente vengo recordando en mi blog la figura del olvidado compositor aragonés Francisco de Val, hoy, al recibir de mi amigo Javier Barreiros Bordonaba, la partitura original de «EL ALMA DEL TANGO», –Tango de la película «Mercedes», me satisface traerlo a este sitio, recordando que fue una de sus primeras canciones creadas para una película de cine.
En el libro, recientemente presentado sobre este compositor y al hablar de «Sus canciones en el Cine», dice así:
En cuatro películas se tiene constancia de que aparezcan las canciones del compositor Francisco de Val, a pesar de que en 1932 compuso el tango «Pégame» para una película que nunca llegó a proyectarse, una farsa cómica, titulada «El último día de Ponpeyo», escrita y dirigida por Francisco Elías y cuya protagonista era la sevillana Antoñita Colomé.
La primera de las películas donde Francisco participó con sus canciones fue «Mercedes», realizada en el año 1932, con un argumento original del mismo Francisco Elías. Allí se escuchaba la canción del «Vals» interpretada por dos de sus personajes, Mercedes y Robert, y las canciones «Alma del Tango» y «Pasó el tornado».
Alma del tango (Letra de Francisco de Val)
¿Por qué te asomas hoy a los ojos míos,
si es tu sagrario mi triste corazón?
¿Por qué te asomas, di, por Dios te pido,
si es tu cariño causa de mi dolor?
Reír quisiera, aunque fuera fingiendo,
mas imposible resulta ese antifaz,
es aquel tango que vive en mi recuerdo,
el que a mi pecho hoy hace sollozar.
Alma del tango es la mía
con quejas de bandoneón,
las llevo desde aquel día
que me dio su último adiós.
Guitarra, que has conocido
lo que siempre yo sufrí,
hazle oír en tus acordes
de mi pecho su latir.
El lazo negro que lleva mi guitarra,
mientras yo viva no se lo he de arrancar.
Su último beso y su triste mirada
de mi memoria nunca se han de borrar.
Llora conmigo, guitarra, tú que sabes
con la locura que lo llegué a querer…
Llora conmigo, que todos tus cantares
van empañados de un gris atardecer
Alma del tango es la mía
con quejas de bandoneón,
las llevo desde aquel día
que me dio su último adiós.
Guitarra, que has conocido
lo que siempre yo sufrí,
hazle oír en tus acordes
de mi pecho su latir.
Así queda escrita la letra de esta canción en su Partitura, que al cantarla Carmencita Aubert, hubo alguna pequeña variación.
A esta genial cantante, Carmencita Aubert, les invito a conocerla mejor leyendo lo escrito por Javier Barreiro en su página de Internet: :: Leer aquí::
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