Copia del Sagrario del altar Gótico de Anento
Sagrario de la Iglesia de San Blas de Anento
Pintura del XVIII que cubrió la original
Como muestran las fotografías antiguas, así conocimos el retablo del Altar Mayor de San Salvador de Ejea de los Caballeros, que así fue pintado en el siglo XVIII, cubriendo las pinturas góticas que había pintado Blasco de Grañen en el siglo XV.
Desde hacía mucho tiempo, se suponía por expertos conocedores del arte, que así había ocurrido, pero fue en 1986 cuando se realizaron las primeras catas y análisis en el retablo, para descubrir la existencia de las pinturas góticas, que el restaurador navarro Ángel Marcos Martínez sacó a la luz felizmente, terminando dicho trabajo en 1991.
Había leído en el libro de Mª Carmen Lacarra, «La Pintura Gótica durante el siglo XV en tierras de Aragón y en otros territorios peninsulares», las razones por las que aparece en el altar mayor de El Salvador, un sagrario distinto del que conocíamos, en cuya parte superior, con dos medias conchas de madera tallada y doradas que hacían de puertas, cerraban mediante un artilugio posterior, el Expositorio, el lugar donde se exponía la Custodia con la Hostia consagrada, en las ceremonias con el Santísimo.
Así lo escribe Mª Carmen Lacarra con referencias a la reforma del siglo XVIII:
Hay que advertir que gran parte de la mazonería gótica original desapareció así como el sagrario expositor destinado a ocupar la parte central del banco, sustituidos por trabajos de carpintería en estilo barroco.
Al mismo tiempo y por el mismo equipo que actuó en las tablas se procedió a modernizar la imagen del Salvador, aplicándole estuco y policromía en el vestido y reformando su cabeza, destruyendo la corona que llevaba y sustituyendo los ojos, pintados en madera, por otros de cristal, según la moda de la época.-
En la restauración llevada a cabo por Ángel Marcos Martínez, restaurador del Museo de Navarra, se hizo un sagrario gótico tomando como modelo el sagrario del retablo mayor de la iglesia de :: Anento :: (Zaragoza), pintado como el del Salvador por Blasco de Grañén.
Desde entonces, me llamaba la atención el sagrario gótico que ocupaba el centro del altar, y hoy, después de hablar sobre el tema con mi amigo Ángel Marcos, que desde hace unos años vive en Ejea de los Caballeros, he conocido algunos detalles del mismo trabajo.
Tras la restauración del Retablo, se construyó este sagrario, donde, para la realización de la marquetería de su madera, me comenta Ángel Marcos, que contó con la colaboración de Gregorio Cosculluela, un hombre sencillo y habilidoso en trabajos de artesanía y pinturas, ex-funcionario del Ayuntamiento de Ejea y amable amigo, ya desaparecido.
Sirvan estas lineas para recordar a «Goyo Cosculluela» y felicitar una vez más a Ángel Marcos Martínez, por sus aciertos en las numerosas restauraciones que ha realizado en nuestro Patrimonio Artístico y les invito a conocer algo más, en un anterior Post :: Pulsar aquí::
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