Basa de «La cruz de Zuera»
«La Cruz de Gurrea»
«Crucero del Cementerio»
Otros recuerdos de cruceros.
El año 1988, siendo alcalde de Las Pedrosas José Luís Gariburu Alegre, surgió la idea de crear un pequeño parque a la entrada de esta población, que en los años siguientes se construyó muy próximo al Silo del Servicio Nacional de Cereales, y para dotarlo de detalles decorativos entre la plantación de árboles y plantas, se recuperaron algunos elementos que atesoraban años y raíces de nuestra historia, como los viejos Cruceros que hacía siglos surgieron al borde de sus caminos y fueron instalados como entrada del Parque, que posteriormente, también es entrada a la piscina, dotándolos de lo que nunca pudieran soñar, sendas farolas eléctricas.
En esta antigua población, además de los dos cruceros, también llamados peirones, bien conocidos como «La Cruz de Gurrea» y el «Crucero del Cementerio», existían otras pequeñas cruces que de diferentes modos han quedado en el mencionado Parque de La Collada.
Hoy he querido conocer el lugar donde estuvo «La Cruz de Gurreaa» y ha sido Manuel Palomares, un pedrosino de adopción, con más de cuarenta años en la villa y que conoce a la perfección estos lugares, quien me acompañó hasta esa bifurcación de caminos, a Zuera o Gurrea de Gállego, en cuyo vértice existen las piedras que fueron basa de este Crucero y que esperan, unas manos unidas y la voluntad necesaria, para reunirlas y mantener vivo el recuerdo de lo que fue.
Referente al «Crucero del Cementerio», tendremos que seguir investigando para determinar, con mayor exactitud, donde estuvo enclavado.
En algún momento, habré manifestado, que me gustaría ver estos Cruceros, en los mismos puntos donde fueron construidos, pero reconozco, que ante la falta de seguridad para todos estos señeros de arte e historia, es preferible tenerlos en nuestras poblaciones, como han quedado en la villa de Sos del Rey Católico. *Recordar*
La villa de Las Pedrosas es lugar de mis antepasados, que por su situación visito con frecuencia, *ver* y no cabe duda de que pronto volveré.
En el vértice de los dos caminos, quedó la basa del crucero; en ella Manuel Palomares.
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