Fotografía de la Guía de Árboles Singulares de Aragón (2000)
Crecieron los cipreses del fondo y La Cerollera mantiene todos sus brazos.
El año 2007, entre otros ejemplares arbóreos, considerados «singulares» como el Pino Borao en Castejón, el Chaparro de Anás de Uncastillo, Plataneros de Bayas en Ejea, otros en El Frago y demás pueblos de nuestra comarca, comentaba la existencia de una Cerollera que he tardado a conocer y visitar, y lo hago, cuando el otoño imprime a sus hojas caducas y simples, una hermosa intensidad cromática, muy distinto al que luce en verano, color verde reluciente por la parte superior y grisáceo por el envés.
Pasó momentos de dificultad en su salud y, aunque no alcanzó una perfecta frondosidad, sigue manteniéndose viva.
En fechas recientes, visitando con Antonio Liso los daños que le hizo la riada en su viña, próxima al Arba de Biel, he tenido ocasión de estar ante esta Cerollera, conocida con el nombre de su antiguo propietario, » Berdor», aunque desde hace muchos años sea la «Cerollera de Navarro».
En su entorno, los cipreses y otros árboles plantados muy posteriormente han crecido en detrimento de la vieja Cerollera, cuyas fotos traigo a esta página, realizadas desde la finca de su vecino Antonio, que disfruta su jubilación con su huerto entre frutales y zonas ajardinadas y ante el gran pino que vive a la entrada de su huerta, recordamos:
Que el árbol es un símbolo de cultura y de unión con la naturaleza. A lo largo de la historia del ser humano, los bosques han sido hogar y refugio, farmacia y sustento.
Después, el hombre descubriría el beneficio económico de la madera y lo aplicaría hasta las últimas consecuencias. Hoy en día, después de multitud de años en los que se han esquilmado los bosques de todo el planeta, el ser humano sabe que ha de cuidar de sus arboledas para que ellas a su vez, cuiden de él.
El vínculo entre el hombre y el árbol ha llegado al punto en el que el árbol forma parte del patrimonio cultural de cada región. La pervivencia de algunos ejemplares arbóreos más allá de una generación ha conferido al árbol un carácter de vínculo intergeneracional. En las calles, plazas y parques de ciudades o pueblos, o en los cruces de caminos rurales, es frecuente encontrar árboles centenarios de alta significación, muy apreciados por las gentes del lugar y, por tanto, con un alto valor histórico y cultural.
Ojalá que por muchos años, se mantengan vivos, tanto el pino como la Cerollera o Acerolo que hoy comentamos, para no perder uno de los árboles catalogados en la Guía de Árboles Singulares de Aragón…
… y mi amigo Antonio Liso, siga disfrutando en su huerto y con estos mencionados árboles
2 comentarios
Hola, soy el nieto de Antonio, tengo 8 años y me gusta mucho ir al plantao. Le ayudo mucho al yay0 me lo paso muy bien en todas las estaciones del año, pero en verano mejor, porque esta la piscina. Las navidades las pasamos allí, y decoramos un árbol, el más pequeñito, para darle ánimos.
Hola, soy la hija de Antonio, me ha parecido genial las fotos y los comentarios. Es impresionante la flora que tenemos tan cerca de Ejea, y que poco gente conoce.