A partir de su cornisa inicial apoyada en sus pequeñas ménsulas, se aprecia un considerable crecimiento en altura.
Moderna plaza donde se asientan la Iglesia y el Torreón Medieval
Interior cuidado y luminoso
Coro y Pila Bautismal
Tímpano con Crismón, Sol y Luna
Subiendo por la carretera hacia Uncastillo o al visitar el Yacimiento de Los Bañales, ¿Cuantas veces habremos pasado junto a esta tranquila población de Layana, dejando para otro momento una visita a su conjunto urbano, que conserva un hermoso torreón medieval y un iglesia románica?
En este blog, habré traído detalles de Layana como su *crucero*, y *conversaciones en 2007*, con algunas de sus gentes que conocen a la perfección Los Bañales; pero es la primera vez que entro en su templo, gracias a la atención de mi amigo José Cortés que me ofreció su compañía, ya que él tiene la llave del templo y es quien toca las campanas de su airoso campanario. (Quiero recordar que tuve un tío cura llamado Mosén Pascual, que ejerció aquí su labor sacerdotal)
La iglesia de Layana, como la mayor parte de las iglesias románicas de nuestros pueblos, ha sufrido en el correr de los tiempos numerosas reformas y añadidos, en este caso no son ampliación de capillas, pero sí como sacristías y accesos, llamando poderosamente la atención la primitiva entrada, que se cerró y que ahora, coincidiría con el nivel del coro, al cual se sube desde el templo por unas escaleras de piedra, que bien pudieron ser las mismas gradas que sirvieron para bajar al templo desde la calle. Hoy la entrada, custodiada por un gran tímpano, está en su lado norte, donde se aprecia su adosada sacristía. El resto del templo, bien cuidado, permanece con la rectitud propia de su estilo, especialmente su ábside.
La fachada principal, que como me cuenta José Cortés, fue el frontón donde se jugaba a la pelota en tiempos pasados, da la imagen de ser toda ella una gran espadaña son sus tres campanas en lo alto.
En su interior, limpio y cuidado por las mujeres del pueblo, que en grupos de cuatro, se organizan para este trabajo, me llama la atención su confesionario realizado con piedra arenisca bien trabajada; supongo que para el verano será un lugar agradable y fresco estar en él, pero ahora…
Bellamente trabajada la pila del agua bendita a la entrada, que del mismo estilo, aunque de mayor proporción era la pila bautismal, hasta que un cura consideró que le sobraban relieves y mando la dejasen lisa y lasa.
Doy por cumplido este deseo, que tenía pendiente, de visitar la Iglesia de Layana y agradezco a José sus atenciones conmigo.
Mi amigo *Javier Dehesa* que se recrea reproduciendo miniaturas de confesionarios, no conoce este de piedra.
…que José Cortés se lo enseñará un día.
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