En el Cabezo de San Pedro…
Hace muy pocos años que los vecinos de Sierra de Luna volvieron de romería a La Cruz de San Pedro el día 29 de Abril e instalaron en el lugar una cruz metálica, pintada de blanco, que se divisa desde muy lejos. Asimismo, con las piedras de un viejo horno del pueblo, realizaron un altar donde celebrar la Eucaristía, colocando ante él y sobre la base del antiguo crucero, la imagen de San Pedro Mártir de Verona.
Supongo que también sería bien visible su anterior cruz de piedra, que se asentaba en la vieja grada que ha quedado como recuerdo, pero a mis amigos Rafael Margale e Irene Taules, buenos conocedores de estos temas, en una visita a Sierra de Luna, no supieron describirles como fue aquel crucero en honor al Santo de Verona; sí les recordaron algunos versos de una cancioncilla que se cantaba en aquellas romerías por caminos y senderos.
Pero estas romerías, nunca han tenido una normal continuidad. Cierto que en los años 60/80, fueron muchos los años que la mayoría de la población llegaba hasta este Cabezo de San Pedro, para disfrutar de un día de hermandad, compartiendo las comidas y el buen vino de las bodegas familiares, contemplando los almendros, olivares y los verdes sembrados, si el año venía bueno.
En la historia, no escrita, La Cruz de San Pedro pasó momentos difíciles, que el tiempo trató de olvidar, pero los mayores de hoy, conocieron de sus mayores, que un lejano 29 de Abril, acudieron, como era costumbre, con San Pedro sobre los hombros, desde la iglesia parroquial de Santa Águeda hasta el cabezo de San Pedro, para bendecir los campos y pasar una jornada de buena harmonía. Pero todo quedó truncado durante la celebración; una tremenda tormenta de pedrisco dejó arrasados los sembrados y destrozadas las viñas. Las gentes volvieron a sus casas, apesadumbradas y embarradas de los campos y el camino. ¿Y el Santo? ¿Cuanto tiempo permaneció sola en el monte la imagen de San Pedro?. Nadie lo sabe, pero lo cierto es, que a partir de aquel momento y por muchos años, San Pedro Mártir no volvió hasta el monte que lleva su nombre y, la bendición de los campos se sigue haciendo desde las eras del pueblo.
Yo he llegado hasta este lugar, porque tenía verdadero interés en conocerlo, y para mi ha sido una grata sorpresa encontrar los restos de la que fuera la auténtica Cruz de San Pedro Mártir de Verona, aunque solamente sea esta grada, sobre dos escaleras de piedras, mil veces reparadas.
La Cruz de hierro, en el cerro, seguirá mostrándonos el lugar desde lejos y el altar de piedras, traídas desde el pueblo, seguirá esperando celebrar sobre él la Eucaristía.
Ojalá, que cada 29 de Abril sea apacible y bueno, para celebrar la fiesta de San Pedro en este Cabezo de Sierra de Luna, que desde muy antiguo lleva su nombre: Cabezo de San Pedro Mártir.
…aún queda la basa de la Cruz de San Pedro Mártir.
Localización del lugar.
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