La pelusa del chopo junto al azud de Facemón.Ejea.
Detalle foto anterior.
Este año y por las constantes lluvias que lo apelmazaban nada más caer, hemos echado en falta ese tupido manto blanco de la pelusa de los chopos, que cada año en primavera, cubre campos y caminos al borde de las choperas.
En muchas ocasiones, se atribuyen muchas de las alergias a esta pelusa, transportadora de las semillas del chopo y no hay razón para ello, como nos confirman muchos escritos sobre este tema.
El Chopo «Populus sp.» es una planta unisexual , es decir en un pie de planta están las flores masculinas y en otro pie distinto las femeninas. La forma de dispersión de sus semillas es mediante un sistema que usa una pelusilla parecidad al algodón, esta hace que el viento se encargue de llevarla a veces muy lejos del árbol madre. Las semillas son producidas por los pies femeninos, mientras que los pies masculinos son los encargados de producir POLEN, que será el que fecunde en las plantas femeninas las semillas.
El POLEN es el responsable de las alergias, mientras que las molestas pelusas no tienen que ver con estos procesos, simplemente pueden ser molestas.
Por lo tanto, será el polen de los chopos masculinos y no el algodón que desprenden con las semillas los chopos hembra o femeninos.
En muchos de nuestros pueblos de las riberas del Arba, encontramos en el mes de junio, alfombrados sus entornos con ese blanco algodón, como si de una nevada se tratara; pero este año y por la razones comentadas, casi no hemos disfrutado de su presencia. Y ¿hemos tenido menos alergias?
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