Vacío el templo, pero una oración profunda se percibe en el silencio…
en esta bella iglesia de San Miguel, donde el Maestro de Agüero dejó lo mejor de sus obras en las portadas.
Un órgano barroco en el coro, y en él….
unos inusuales detalles pintados en sus tubos…
En una de esas mañanas que el sol parece que se niega a iluminarlo todo, porque la niebla se impone a rás de suelo para ello, he llegado a la villa de Biota y me acerqué a su iglesia parroquial de San Miguel, para cercionarme de algo que en fechas pasadas y con el templo lleno, quise adivinar en los tubos del órgano, que luce bellos coloridos en el coro.
Antes, una amable feligresa me iluminó parte del templo, que permanecía oscuro y silencioso, facilitándome el acceso por su estrecha escalera de caracol, al lugar donde está instalado el órgano barroco, objeto de mi visita. Y, efectivamente, los indicios de ver algo anormal en él quedaron corroborados: Buena parte de los tubos verticales (los horizontales son trompetas) están pintados, justamente donde tiene su abertura que produce el sonido.
Por Nuria Asín García, en el libro que coordinó en 2007, «Comarca de las Cinco Villas», sabemos que así como el órgano de la Iglesia de Santa María de Sádaba, está dotado de una rueda de cascabeles, que alegran las interpretaciones que lo requieren, en el de San Miguel de Biota «encontramos un registro de pajarillos. Este registro de adorno se compone de una serie de tubos «desafinados entre sí», produciendo una gran inestabilidad de afinación, su intervención puntual puede simbolizar a los propios pájaros, o simplemente como sonido especial que aporte color a la obra. Puede ser de gran efecto en las improvisaciones. De hecho, esta era la práctica más habitual de los organistas en las iglesias de las Cinco Villas»
Pero como ésta singularidad de pintar caras en lugares tan visibles como son los tubos musicales, no la he visto en los órganos que conozco en nuestra comarca de Cinco Villas, incluyo su imagen en mi blog, consciente de que en otros lugares, también tienen pinturas en el mismo lugar los tubos de sus Órganos, como nos dice Nuria: «Es muy frecuente encontrar que la decoración del órgano no sólo se realice sobre el mueble, viendo maravillosos ejemplos de mascarones en Sos del Rey Católico y Sádaba. Se trata de la decoración de algunos de los tubos de la fachada y contras en forma de caras humanas, siendo la propia embocadura del tubo un símil, pintándose a su vez los ojos, dientes, barba, pelo, casi humanizando el sonido que por ellas sale», ofreciendo, en mi opinión, una pizca de gracia, de simplismo terror o mal gusto.
(Pulsar fotos y agrandar)
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