A veces pasan desapercibidos esos rincones y jardines que de tanto verlos, no nos preocupamos de saber qué nombre tienen.
Como una prolongación del parque central, separado por la carretera de Tauste, junto al río Arba y a la vía del desaparecido ferrocarril, está este hermoso jardín que alberga entre sus plantas, ademas de una fuente, «La Esfinge» de Marcelino Cortés y esta dedicatoria a Francisco Sagaste Rived, que fue el jardinero del Ayuntamiento de Ejea, y entre otras obras, además de las del Parque Central, realizó con materiales recuperados, el acogedor jardín de la Glorieta de Marmande.
Un pequeño jardín
Glorieta de Marmande
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