Hablaba el día 4 de Agosto de «Las termas» de Tiermas (Ver) y hoy he tenido ocasión de visitar al que fue concejal en el Ayuntamiento de aquella población, José Murillo Navascués, uno de los primeros colonos que llegaron al Bayo el año 1959, donde ocupo el cargo de alcalde.
En más de una ocasión me habló José Murillo de Tiermas y de él hablo en la página www.cincovillas.com, cuando comento el pueblo de El Bayo. (Ver).
Su libro «Tiermas en mi recuerdo», expone bien a las claras su cariño y su nostalgia por el lugar donde nació y tuvo que dejar por el progreso y puesta en regadío en la zona de Bardenas.
Cuando hablamos del balneario de Tiermas, me facilita un libro: «Una mirada al Pirineo 1910-1945)» editado con las postales de Francisco de las Heras, uno de los primeros fotógrafos de Jaca que editó la primera serie de postales de esta ciudad el año 1910. Posteriormente realizó otras series sobre temas como El Canfran, Panticosa, San Juan de la Peña y entre otras más, figura las de Tiermas, que algunas de ellas copio, para documentar este tema del Hotel-Balneario de Tiermas, construido en 1929 por los Condes de Coello al que llamaron : Hotel Infanta Isabel y al cual «llegaban ilustres visitantes en busca de las propiedades curativas de sus aguas sulfurosas, carbo-gaseosas y radiactivas. Los historiadores de Tiermas ubican la primera explotación de los baños en tiempos romanos»
Son recuerdos de un pasado, que no olvidarán los hombres que un día llegaron a Las Cinco Villas, desde aquel hermoso y pujante lugar, que hoy traigo a mi Blog para refrescar memorias.
3 comentarios
Me parece bien lo expuesto; pero en nada se puede comparar la tragedia que supondría ver inundar tu pueblo, tus tierras y tu historia, y eso solo les pasó a los de Tiermas. Gracias por recordarlos.
Gracias Maica por tu comentario: Yo también creo que tenemos pendiente una deuda de reconocimiento, al sacrificio de todas las personas llegadas a las Cinco Villas, que tuvieron que abandonar sus pueblos por la creación de pantanos; pero no solo Ejea, sino toda la comarca, que de una u otra forma se ha beneficiado de la riqueza que suponen las aguas, para la agricultura y las empresas que se instalan en ella.
Cuando he leído tu artículo, me he trasladado a la época, contemplando las fotos del «moderno» hotel y balnearío, sus coches aparcados y su mesa tan bien puesta ¡cuánta esperanza en su tierra tendrían las gentes de Tiermas! y qué grande fue su sacrificio para que nosotros pudiésemos desarrollarnos. Creo que no lo hemos valorado lo suficiente en Ejea.