Con la misma tenacidad que nuestros antepasados cruzaban los ríos con grandes y trabajadas piedras, haciendo esas presas o azudes, que aún están en servicio, deteniendo sus aguas y aprovechándolas para el riego, también tuvieron que defenderse de las grandes crecidas de estos ríos, y en Rivas, se conserva una hermosa muralla, realizada con grandes piedras, a finales del siglo XVI, por orden de don Hernando de Aragón, Arzobispo de Zaragoza entre 1539 a 1575, precisamente con esa finalidad de defenderse de las crecidas del Arba de Luesia.
Es de suponer, el poco cauce que tendría el Arba en esta llanura, donde está asentado el pueblo de Rivas, para tener que construir esta muralla defensiva.
Paso a paso la he recorrido en compañía de mi amigo Luís Aznárez, conociendo todos sus detalles que a veces pasan desapercibidos, por ejemplo, ese tramo que ha quedado entre dos edificaciones, dejando un sugestivo pasadizo por encima de la muralla.
Asimismo, al crecer el pueblo, la muralla ya no está en la parte exterior, mirando al río, sino que ha quedado dentro de la calle, pegada a las edificaciones. Posiblemente, por esta razón, no es muy conocida la Muralla de Rivas, que es una obra singular, digna de tener en cuenta, como lo manifestaba Marcelino Arduña Domingo, en su Pregón de Fiestas, con elogios y coplas de Jota, exhortando a la conservación de La Muralla Nueva, y terminando diciendo:
Mi pueblo tiene Murallas
p’a contener las riadas
y p’a evitar que nos roben
a las mozas riberanas.
1 comentario
Gracias por esta información. Veo que en cinco- villas, hasta los pueblos del llano tienen murallas. Qué bonito conocerlo. Koldo