«Castillos que defendieron un Reino»
Abajo hemos dejado Undués de Lerda a 633 m. de altitud, hemos subido por el camino que pasa por la puerta de su cementerio y que tienen prometido que será asfaltado, hasta los 848 m. que se encuentran los «Cuatro Caminos» donde puedes partir, por carretera, hacia Los Pintanos, a Urriés o a Ruesta. Y ese último destino hemos elegido, bajando por un hermoso valle, que a la izquierda esta poblado de pinos jóvenes, bien cuidados, y a la derecha todo un robledal de tonos pajizos, por la época que es, no dudando que en otoño serán preciosas las tonalidades del mismo.
Del pueblo de Ruesta, diría lo mismo que apuntaba en mi visita anterior, *Recordar * aunque con mucha menos gente visitándolo; pero hemos tenido la suerte de charlar con Pier en al camping, situado al otro lado del río.
Pier es italiano y tras vivir muchos años en Argentina, reside aquí. Escucha y atiende y, cuando habla y expone sus amplios conocimientos de Arte, Geología e Historia, consigue con su dulce acento, que se le escuche con profunda atención.
Nos habla del Castillo navarro, enclavado en Ruesta , con evidentes signos de la época de Los Templarios, de la falla geológica sobre la que está construido, motivando el derrumbe de muchas de las casas del pueblo, ya que no solo el abandono, ha dejado en tan triste situación a Ruesta, de otra ermita abandonada que nadie visita y del Camino de Santiago que cruza este apacible lugar lleno de fuentes y vegetación…
Nos despedimos con un hasta luego, pues vale la pena volver a conversar con Pier.
Hemos visitado las dos ermitas románicas, que se encuentran en puntos opuestos, la de * Santiago *, en la ladera verde, encima del Camping, y la otra la de * San Juan Maltray *, abajo, cerca de las aguas del Pantano y esperando le llegue la reconstrucción, y aquí damos por terminada nuestra visita.
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