Gráfico en una vista satélite, realizado por Carlos Ripalda sobre la situación de «La pesquera»
Hoy es un campo labrado lo que fuera embalse de la Pesquera.
Situación: 42º30’48»N-1º08`96»O. Altitud 537 m.
La pared de piedra casi la cubre en su totalidad el matorral
Fue en el mes de Agosto cuando visité y conocí por primera vez «La pesquera» de Navardún, y hasta hoy no he considerado momento oportuno comentar esta visita que me dejó impactado, pues solo podía aportar fotografías y nada concreto de lo que «La pesquera» ha sido históricamente.
Su nombre, me hacía pensar que era un lugar relacionado con el agua y lo buscaba en las proximidades del río Onsella, siendo incluso, lugar desconocido para gentes de estos entornos; hasta que ese día, charrando con Daniel Contín de Navardún, no solo me dió razones del lugar, sino que me llevó, cruzando güebras y rastrojos hasta el interior de aquella cavidad de unas dos a tres Has. entre cerros de piedra en su parte Noreste y una pared de grandes piedras por el Oeste y el Noroeste. Siendo la parte Este y Sur, las laderas que suben hacia la montaña.
Daniel me explicó –que había sido un embalse que guardaba las aguas recogidas de los montes y transportadas por tubería, movía un molino en las cercanías de Navardún, apreciando un hueco en un cortado de la carretera de Petilla de Aragón, que pudo ser conducción del agua-
Todo me pareció enigmático, y convencido de que aquella presa tuvo que tener un pasado importante, como otras presas que existieron en nuestra comarca, como la Estanca de Camarales en Ejea, de la Estuertica en Rivas o Cuvalmena en Uncastillo-Biota, preferí esperar y documentarme más, sobre la misma.
Carlos Ripalda que ha escrito un libro completísimo, sobre «Navardún», seguro podía aportarme sus conocimientos sobre «La pesquera»; le consulté y muy amablemente me contestó.
De su escrito, entresaco: «La verdad es que a lo largo de muchos años que llevo interesado por la historia de la Valdonsella, no he visto ninguna referencia escrita a esta presa.
La gente mayor del pueblo, la ve como algo natural, que siempre ha estado allí y no le dan más importancia. Y la gente joven quizás no sepa ni que existe.
Esta presa, se encontraba enmarcada en una zona dedicada a la agricultura y a suministrar productos agrícolas, principalmente harina, aceite y vino, a la ciudad de Campo Real-Fillera y a la Vicus de Gordún.
Cerca de la presa, a menos de 500m estaba la Villa de “Los Villares” y también estaban próxima la Villa-Caserío del “Capo las Pilas” de Gordués, el Caserío del “Camino de Gordún”, el Caserío de “Los Olivares” y yacimientos como “La Tejería”, “El campo Bira”, “La cantera de Toribio”, “La cantera de los Almendros”. Esos solamente en un pequeño radio de 1,25 Km.
Recogía el agua de los pequeños arroyos que bajaban de la sierra y lo dirigían al molino. En “El Regadío” próximo a Campo Real-Fillera, los romanos hicieron un azud al lado del puente sobre el río Onsella para el molino. Pero en esta zona quizás el río no siempre llevara caudal suficiente y con la presa ellos regulaban a su interés el caudal del agua que movía el molino.»
Pero mi afán por nonocer algo de su historia, me llevó a otro Carlos, conocedor de historias y referencias sobre el agua; Carlos Blazquez, autor de libros relacionados con el agua y las formas de contenerla, conducirla, acercarla o alejarla, usarla como fuerza motriz o simplemente contemplarla, con su escrito responde a mi llamada:
«Querido Jose Ramón,
Veo que sigues pateando las Cinco Villas como siempre, y esta vez le tocó a la Pesquera, una obra realmente singular y enigmática.
El estilo de la obra y la conducción nos hacen pensar en una obra romana, pero la mampostería de la presa lo desmiente, a menos que sea una reconstrucción medieval para reparar el desagüe o la presa. Pero obviando la datación, tenemos otros enigmas mucho mayores:
· La finalidad de la obra
· Dónde tomaba el agua
· A dónde iba
No es fácil responder a ninguna de estas preguntas, puesto que:
Ø Los romanos nunca bebían agua embalsada, excepto en los depósitos reguladores, pero esto es pequeño para embalse y grande para “castellun aque”. No obstante, dada la sección de la conducción, no sería nada disparatado ese tamaño. También podría destinarse a usos industriales o -más raramente- agrícolas.
Ø Hemos seguido la que parecía la acequia de llenado y esta se pierde en el monte, por lo que o bien había un túnel o mina ya cegados o es un misterio más.
Ø El destino final del agua es otro misterio, pero yo apostaría por Camporeal, aunque no conozco el emplazamiento. Otra opción es que se llene por medio de un sifón (que sería el tramo cortado por la carretera) y la conducción esté por otro lado.
Y hasta aquí puedo contar querido amigo. Si quieres puedes llamarme por Tl. para comentar con más tranquilidad.
Un abrazo»
Creo que con lo expuesto por estos buenos amigos, a los que agradezco su interés y conocimientos, nada nuevo puedo aportar al tema de «La pesquera»; me contentaré con haberla visitado y conocido, gracias a Daniel Contín que me acompañó desde Navardún en una tarde de agosto de 2014, y haber intentado conocer su enigmática historia.
Gracias a todos.
Daniel Contín ante la pétrea muralla de La pesquera.
Sargas y gabardillas acompañan a las piedras.