Ermita románica…
...y antiguo y descarnado castillo
Sobre las casas de Erla, cubiertas modernas y antiguos tejados
Como cualquier pueblo de nuestra comarca, Erla mantiene arraigadas costumbres y tradiciones, pero también dejó de lado una profesión antiquísima que cubrió las techumbres de sus casas con las tejas de barro cocido.
Hoy, en nuevas casas y otras reconstruidas, vemos dotadas sus cubiertas con tejas de cemento, pero la mayoría mantienen sobre ellos la «teja árabe», confirmándonos que podemos seguir llamándolos «tejados», con las tejas fabricadas manualmente por aquellos hombres, que manejaron el barro con tanta facilidad y cariño: Tejeros y Alfareros.
Como muchos de nuestros pueblos, también la villa de Erla tuvo su Tejar, (Dejadme lo ponga con mayúscula; ya no quedan), su último profesional que elaboró las tejas árabes, que mantuvo sus eras de secado y sus hornos en activo, fue José Berges, ya fallecido.
Ha sido mi amigo Gonzalo Navarro quien me muestra los restos de aquella vieja tejería, donde él mismo trabajó en algún momento y tiene imborrables recuerdos de ella.
En el lado norte de la población, debajo del montículo que guarda celosamente la Ermita de la Virgen de la Corona y los restos del viejo castillo, donde la arcilla estaba pegada a la ladera, estuvieron las sencillas instalaciones de la tejería de Erla.
Hoy solo las piedras se mantienen en sus murallas, obstruidas las entradas a los hornos y los recuerdos en la mente de los mayores, como los que tiene la amabilidad de contarme mi amigo Gonzalo. Muchas gracias.
Entrada al horno del tejar
Gonzalo ante las murallas de las eras en la tejería de Erla.
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