A veces una noticia inesperada que querrías compartir, te quiebra la idea de transmitirla, imponiéndote un silencio para reflexionar, aunque más tarde vuelvas sobre ella.
En algún momento, en este mismo espacio, he dado a conocer quien es el Padre Narciso Mendiburu, cuya amistad había surgido, porque un hermano suyo, jesuita también, era profesor de nuestros nietos en Zaragoza.
Comenté su viaje desde la India después de muchos años en ese país y su paso por las Cinco Villas. *Recordar* y algúno de sus escritos, *Ver*
Y ahora había vuelto de nuevo desde la India, para celebrar las Bodas de Oro de la Ordenación Religiosa del mencionado profesor, su hermano José, que el año 1958 la recibió en el Santuario de Loyola.
La fiesta estaba preparada para hoy domingo a las 11 de la mañana en la Iglesia del Colegio Jesús María el Salvador de la Comunidad de Jesuitas de Zaragoza. Iba a estar muy acompañado de muchos ex-alumnos, sacerdotes, muchos amigos y por sus hermanos Sor Marina y el Padre Narciso, de los once hermanos que han sido, (Ocho religiosos).
«Pero Dios tenía otros planes. Nada más llegar nos dan la noticia de que Pepito había volado al cielo a celebrarlas…» Así nos lo comunica Narciso, que ya tenía pensado qué decir en la homilía de las Bodas de Oro, que tuvo que ser aplicado en el Funeral inesperado de su hermano José, acompañado con tristeza por todos los que soñaban con fiesta, en ese lugar y a esa hora.
Quiero transmitirles nuestro sentido pésame.
El Padre Narciso pronto volará de nuevo a la India, allí quedaron los que tanto esperan de él, hablando distintos idiomas y dialectos con una sola creencia, que Dios está sobre nosotros y aunque «El hombre propone, Dios dispone».
Un abrazo. José
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