Había oído hablar muchas veces de la «Fuente del Perjurio», «Del Juramento» o de «La Bóveda»; pero no la conocía, tal vez, porque todo aquello que escucho rodeado de raras leyendas, fantasmas y brujerías, siempre lo he dejado un poco de lado. Y esta fuente que se encuentra a media ladera, próxima al río Onsella, en la carretera que nos lleva a Undués de Lerda desde Sos, está impregnada de unas leyendas, misterios y desapariciones, que encajan perfectamente en el Libro: «El Pozo de las Sombras», (Un recorrido legendario por las Cinco Villas y la Alta Zaragoza), presentado el pasado año, con magníficas recopilaciones de estos temas, escrito por Alberto Serrano Dolader.
Como tal, la Fuente es hermosa, unas aguas cristalinas se aprecian en su poza bajo la bóveda de piedra, que sin duda, arriba en el cerro, tendría la compañía de buenos edificios y poderosos dueños, para realizar una obra de esa calidad, la cual tiene adosado un abrevadero, antes de perder el agua por la ladera.
El año 1985, el equipo de la Revista Suessetania en Sos del Rey Católico, que se preocupaba por difundir las bellezas de su villa, aportó en el número 7, la Leyenda de esta enigmática Fuente, de la que entresaco:
Nadie bebía de esta fuente, Era solitaria y triste como si bajo su tosca bóveda guardara en su silencio aires de «Perjurios», como si de sus aguas, al roce de la suave brisa, revivieran una vieja leyenda medieval.
Yo lo cuento como me lo han contado y ha ido pasando de generación en generación. El abuelo en las noches de invierno lo ha ido narrando a sus nietos, pretendiendo enseñarles que la palabra de un aragonés es más sagrada que lo escrito y que el perjurio no debe existir en nuestra tierra.
Y la doncella que faltó a su juramento, «desapareció como alma en pena».
Y aquí , no me extiendo contando toda la narración; como el texto está simplificado en el cartel junto a la Fuente; copio de la fotografía, no quito ni pongo coma, y dice así:
Aquí la lectura de la foto no está clara y copio su texto:
Olvidada ya la figura del joven pastor, se celebró la anunciada boda, a la cual asistieron nobles de todas las partes y estirpes, entre los cuales uno, que oculto tras su traje de batalla nadie conocía.El destino quiso, que en el mismo instante en el que el sacerdote se disponía a dar la bendición a los futuros esposos, el misterioso caballero interrumpió la ceremonia, y y ante el asombro de los allí presentes se despojó de su yelmo y dándose a conocer como el antiguo amor olvidado, que clavando su mirada en la novia, antes su amada, sentenció:
«Que el Señor castigue tu perjurio y te aplique el castigo que tu misma elegiste»
Desapareció la joven y desde entonces su espíritu vaga por las aguas de esta fuente, recordando para siempre la maldad del perjurio.
Vale la pena visitar la fuente y disfrutar de ese apacible lugar entre campos de cebada, y beber sus claras aguas, libres de espíritus y sin recordar sus tristes leyendas.
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