Monte Olivet. Explotación agrícola en Bardenas.
(42º10’26» N-1º13’12» O)
La toponimia de Ejea de los Caballeros, incluye nombres que se mantienen en el tiempo, a pesar de haber cambiado la fisonomía y las características propias de un determinado lugar, que por sus primitivas razones recibió en su momento aquel nombre.
Marcelino Cortés Valenciano, autor de la «Toponimia de Ejea de los Caballeros», nos describe, de manera rigurosa desde el punto de vista lingüístico y de una manera racional desde el punto de vista de la significación, la mayoría de los nombres que tienen los distintos lugares de esta villa, y recopilando frases de A. Galmés de Fuentes, escribía: El hablante, creador de la toponimia, es mucho más racional de lo que parece deducirse incluso de las explicaciones de muchos etimólogos, y así lo mismo que se llama al pan pan y al vino vino, al monte lo llama monte; a la peña, peña; al valle, valle; al río, río, etc. Y para distinguir entre varios montes o varias peñas, podrán añadirse adjetivaciones complementarias, pero siempre haciendo referencia a sus cualidades fisicas reales, y así el monte podrá ser agudo, alto, llano, redondo o curvo, y la peña, según su colorido, podrá ser blanca, roja negra.
Así, al analizar «Monte Olivet», Marcelino Cortés, tras situar el lugar, nos dice que el topónimo es un conjunto de dos nombres latinos: por un lado, möntm, «monte» y por otro, olïvum, «olivo» con el sufijo catalano-aragonés –ete apocopado (<del latín -ïttus) aunque mantiene la consonante final sin sonorizar.
Los datos históricos recopilados por el autor de esta Toponimia, confirman que en en los primeros años de la conquista cristiana de la villa, el olivo fue un cultivo menor y así lo asevera Elena Piedrafita para el conjunto de las Cinco Villas, y sigue:
Sin embargo, según Ignacio Jordán de Asso en su Historia de la economía política de Aragón, publicada en 1798, decía lo siguiente:
Los olivares de Exea están reducidos a 200, o 300 pies, lo que es más de extrañar, si se considera que en en siglo XV, estuvo allí bien arraigado el plantío de olivos; porque en el inventario de bienes confiscados a varias personas penitenciadas por la Inquisición en los años de 1481, y 1492, que he visto en el Archivo de Bailía, se hallan especificados muchos olivares de Exea.
Lo razonable será, que la plana de Monte Olivet, entre los Sasos, hoy de Bardenas y Santa Anastasia y las tierras blancas y más arcillosas que descienden hacia el Oeste, al río Riguel, sería el lugar más poblado de olivares en estas zonas y de allí, nació su nombre que no se repite similitud alguna en este término.
Hoy me satisface comentar, que unos amigos míos, la familia Clemente-Pérez de Bardenas, agricultores en estas tierras, hayan tenido el acierto de recuperar este nombre de Monte Olivet con su plantación de olivos, y precisamente para bautizar la producción de estos olivos de la variedad arbequina.
Os felicito, amigos Clemente-Pérez y os deseo los mejores éxitos en la producción de vuestra Aceite de Oliva «Monte Olivet».
Foto de la presentación del producto en «Pon Aragón en tu mesa»
Sin comentarios