Manuel Valle Molero* Un enamorado de Sos
Nacido en Zaragoza el 14 de abril de 1959, es un empresario al que el destino quiso que se casara con la hija de un sosiense que poseía una casa rehabilitada en Sos del Rey Católico.
Desde que conociera a su futura esposa hasta ahora no ha dejado de visitar la villa ningún verano y otras fechas señaladas a lo largo del año siempre que el trabajo se lo permitía. De esta forma surge su vinculación con esta villa.
Aficionado a la pintura e interesado por el arte, la historia y la cultura, empezó a informarse, a preguntar, a escuchar a los ancianos del lugar, a leer, aprender, estudiar y conocer todo lo relacionado con Sos del Rey Católico desde hace muchos años.El resultado de toda la información obtenida puedes seguirlo actualmente en su blog
villadesosdelreycatolico@blogspot.com, porque como él mismo dice en un libro que está preparando: “aún a día de hoy siempre hay algo nuevo en Sos que te sorprende y deleita cada vez que paseas por una de sus atávicas calles, giras una esquina o contemplas sus ancestrales piedras”.
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“El RELOJ DE LA PASIÓN» Una tradición de Semana Santa recuperada en Sos del Rey Católico
«El reloj de la Pasión” es una tradición religiosa que aproximadamente se remonta en torno a 1760. Es un poema en forma de cantos religiosos, con una curiosa entonación, que forma parte del folklore popular y que se celebra en muchos pueblos de la geografía española el día de Jueves Santo.
Desaparecida esta peculiar tradición durante años en Sos del Rey Católico, de nuevo ha sido recuperada y representada por las calles de la villa.
En Sos, anteriormente, la protagonizaban los niños de las Escuelas Pías, hasta que éstas se cerraron, siendo desde entonces los chicos que la parroquia disponía los que lo realizaban el día de Jueves Santo y durante la Cuaresma. Actualmente lo representan voluntarios del pueblo de todas las edades.
Representación de “El reloj de la pasión” por las calles de Sos
Sobre el mediodía del Jueves Santo, salen de la Iglesia de San Esteban de Sos doce personas, representando a los apóstoles de Jesús, vestidos con túnicas y portando cada uno de ellos una vara de madera a modo de astil en cuyo extremo superior vienen reflejados distintos símbolos alusivos a la pasión de Cristo. Al mismo tiempo que recorren las calles del pueblo van recitando con una entonación muy peculiar y característica “el Reloj de la Pasión”. Una persona lleva una bolsa pidiendo “la limosna de Judas”, cuya cuestación, que originariamente era para la parroquia, ahora es en beneficio propio.
“El Reloj de la Pasión” son cantos religiosos, de autor anónimo, formados por estrofas de cuatro versos octosílabos, formando lo que podría llamarse un poema lírico-narrativo. En él se representa la Pasión de Jesús siguiendo hora a hora cada uno de los momentos que, según los evangelios, padeció Nuestro Señor. El poema abarca desde las siete de la tarde del Jueves, con el lavatorio de pies a sus discípulos, hasta las 6 de la tarde del Viernes, hora en que, según el poema, fue enterrado su cuerpo.
La entonación popular con la que se canta este poema, presenta unas tonalidades y cadencias a las que se somete todo el texto, haciendo que, a veces, se distorsione la acentuación normal de las palabras en favor del ritmo musical.
Todas las estrofas son isométricas, versos octosílabos, en los que se asocian de un modo constante los elementos de timbre, tono e intensidad en torno a la penúltima sílaba de todos los versos que forman la estrofa para constituir el axis o eje rítmico que en este caso es isopolar, pues el acento estrófico recae siempre en la séptima sílaba. Se trata, por tanto, de un ritmo trocaico.
A lo largo de todo el poema encontraremos una desigualdad en la colocación de los demás acentos, dándose un equilibrio entre acentos rítmicos y antirrítmicos. A esta asociación constante de los elementos de tono e intensidad en la penúltima sílaba se une, para lograr mayor expresividad, la rima, compuesta por dos redondillas en las estrofas 3 y 12, y por cuartetas en las estrofas 5, 7, 16 y 25, ofreciéndonos las restantes estrofas rimas en los versos pares quedando libres los impares, existiendo un predominio casi absoluto de rima consonante, consiguiendo de esta manera gran agilidad rítmica y gran expresividad, por lo que este sistema ha sido muy utilizado en la rima popular.
La letra del poema, como ocurre en todas las tradiciones que se transmiten oralmente, va modificándose y adaptándose al lenguaje particular de cada zona, pueblo, comarca o región, si bien el mensaje es el mismo en todas las versiones, presentando a la consideración de los fieles cristianos, con todo detalle, los hechos que fueron ocurriendo a lo largo del día de la Pasión, invitándonos a la reflexión y al arrepentimiento de nuestros pecados, consiguiendo así la salvación eterna.
La letra de «El Reloj de la Pasión» que a continuación se expone es la recitada en Sos del Rey Católico, facilitada por Merche Zorroza, concejal de Cultura del Ayuntamiento de la Villa.
RELOJ DE LA PASION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Es la Pasión de Jesús
un reloj de gracia y vida,
reloj y despertador
que a gemir y orar convida.
Oye, pues, oye sus horas,
y en todas dí agradecido:
¿Qué os daré mi Jesús,
por haberme redimido?
Vuestro reloj, Jesús mío
devoto quiero escuchar,
y en cada hora cantar
lo que por mí habéis sufrido.
Cuando a las siete os veo
humildes los pies lavar,
¿cómo si no estoy muy limpio
me atreveré a comulgar?
A las ocho instituiste
la cena de vuestro altar,
y en ella, Señor, nos diste
cuanto nos podías dar.
A las nueve el gran mandato
de caridad renováis,
que habiendo amado a los tuyos
hasta el fin, Jesús, amáis.
Llegan las 10 y en el huerto
oráis al Padre postrado,
haced, mi Jesús amado,
que yo pida con acierto.
Sudando sangre a las once
os contemplo en agonía:
¿cómo es posible, mi Dios,
que agonice el alma mía?
A las doce de la noche
Vuestra inocencia acusada,
y luego, en casa de Anás
recibes la bofetada.
A la una de blasfemo
el impío Caifás os nota,
y enseguida contra vos
la chusma vil se alborota.
A las dos, falsos testigos
acusan vuestra inocencia:
¡ qué impiedad y qué descaro!
¡qué indignidad y qué insolencia!
A las tres os escarnecen
e insultan unos villanos,
que con sacrílegas manos
os dan lo que ellos merecen.
¡Qué dolor cuando a las cuatro
os niega, cobarde, Pedro!,
mas Vos, Jesús, le miráis
y él reconoce su yerro.
Las cinco son y se junta
el concilio fulminante,
y dicen: “ ¡ muera Jesús,
muera en la cruz al instante!”
A las seis sois presentado
ante Pilatos el juez,
y él os publica inocente
hasta por tercera vez.
A las siete, por Pilatos
a Herodes sois remitido,
como seductor tratado
y como loco vestido.
A las ocho ya otra vez
preso a Pilatos volviste,
y entonces a Barrabás
propuesto, Jesús, os visteis.
A las nueve, seis verdugos
os azotan inhumanos,
y para ello a una columna
os atan de pies y manos.
A las diez, duras espinas
coronan vuestra cabeza,
espinas que en vuestras sienes
clavan con toda la fuerza.
Cuando a las once os cargan
una cruz de enorme peso,
entonces veo mi Dios!
cuánto pesan mis excesos.
A las doce, entre ladrones,
Jesús, os veo clavado,
y se alienta mi esperanza
viendo al uno perdonado.
Es la una y encomiendas
a Juan tu querida Madre,
y luego pides perdón
por nosotros a tu Padre.
A las dos otra vez hablas
sediento como Ismael,
y al punto os mortifican
con el vinagre y la hiel.
A las tres gritas y dices:
“ya está todo concluído”.
mueres y llora tu muerte
todo el mundo estremecido.
A las cuatro, una lanzada
penetra vuestro costado,
donde corre sangre y agua
para lavar mis pecados.
A las cinco, de la cruz
os bajan hombres piadosos
y en los brazos de tu Madre
os adoran religiosos.
A las seis, con gran piedad,
presente también María,
entierran vuestro cadáver
y ella queda en agonía.
¡Triste Madre de mi Dios,
sola, viuda y sin consuelo!
Llorad, pues, todos conmigo,
¡Llorad, ángeles del cielo!
El reloj se ha concluído,
sólo resta, pecador,
que despiertes a sus golpes
y adores al Redentor.
¿Cómo nos despediremos
De este Divino Señor?
Le rezaremosn un Credo
Con profunda devoción.
Dada la extensión del poema, la dificultad de las estrofas y sus rimas, resulta muy difícil su memorización, por lo que actualmente se lleva escrito en papel y los “apóstoles” lo van cantando a la vez que lo leen; pero hay vecinos de Sos que recuerdan que hace años a los niños que representaban “el Reloj de la Pasión” les obligaban a aprendérselo de memoria, y la gente del pueblo se acercaban a los niños y les pedían : …”cántame la quinta hora, o la undécima…”, y si el niño recitaba de memoria la hora solicitada le echaban unas monedas en el “saco de Judas”. Algunos de esos niños, hoy ya mayores, aún recuerdan, de memoria, algunas de las estrofas.
Una persona porta “la bolsa de Judas”
Los 12 símbolos que portan los «apóstoles» del Reloj de la Pasión
Un Sol y una Luna
Estos dos símbolos tienen diversos significados en la creencia popular, hay quien los interpreta como una referencia a lo eterno, otros como que el poder divino está por encima de ellos; según San Agustín simbolizan la relación prefigurativa de los Testamentos cristianos; pero el significado más aceptado referente a la Pasión es su relación con las horas del crepúsculo (entre el día y la noche), momento de la Pasión de Jesús, aunque también hay quien los relaciona con el eclipse total de Sol que se produjo tras su expiración.
Una bolsa de monedas, simbolizando la traición de Judas.
Una mano, representando la mano de Caifás, el sumo sacerdote del sanedrín que abofeteó a Jesús.
Un flagelo, símbolo de los latigazos que recibió Jesús y La corona de espinas.
Unos dados, simbolizando el sorteo que hicieron los romanos con las ropas de Jesús.
Como símbolos de la crucifixión están: Un martillo, Tres clavos
Y simbolizando la agonía en la Cruz: Una esponja sobre un palo,
representando una de las Siete Palabras, La quinta: «tengo sed«;
cuando un centurión le acerca la esponja empapada en hiel y vinagre.
Como símbolo final del sufrimiento, la lanza de Longinos certificando su muerte.
Y por último, simbolizando el descendimiento, unas tenazas,
representando su uso en la extracción de los clavos de la cruz.
Sos del Rey Católico. Semana Santa 2016. (fotos del Autor)
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5 comentarios
Muy prevenido ese Judas, que además, lleva una bolsa del Corte Inglés por si llena la de tela.
Sigo el blog de Jose-Ramón y a traves de él conocí el de Manuel Valle. Al ver el artículo de este como firma invitada, aprovecho para felicitar a los dos por su eficiente labor por nuestros pueblos. Tere.
Buen artículo, sin duda.
Solo un apunte, el dinero que se ha recaudado en la bolsa de Judas durante estos últimos años, se ha donado íntegramente a la cofradía de tambores, así los chavales estrenarán túnicas al año que viene.
Muy buena documentación. A añadir, en nuestros tiempos de cantar (hace 30-35 años) se cantaba al salir del colegio por la tarde durante 1 semana entera, coincidiendo el último día con Jueves Santo. En Jueves Santo vestíamos como ahora, pero a diario era sin sotana y en vez de las palas se llevaba mimbres (desconozco la razón). Todos la sabíamos de memoria. En Jueves Santo se cantaba por las calles y por las casas y todos daban dinero para la bolsa de Judas, que parte se la quedaba el cura y parte los 12 Judas cantantes.
Muy curioso e interesante. Gracias por compartirlo