La Estanca de «El Bolaso»
Hablar de «El Bolaso» en Cinco Villas es hablar de un plácido lugar de pesca, con zonas ajardinadas, donde el agua ha sido el motor que ha impulsado la creación de una zona de ocio, de un camping y sus instalaciones de restaurante. Pero no siempre fue así. En principio, solo fue una pequeña charca endorreica que guardaba el agua de los cercanos manantiales del Saso, como de la venta de Chela y la «Poza la Inés».
Esta hermosa estanca que ya constaba en antiguos documentos de la Villa ejeana, como las «Ordinaciones Reales de la Villa de Exea de los Cavalleros, Hechas en 1688», que fué ampliada en 1914 y 1934, fue reconstruida en 1946 y, el año 2001 quedó con una capacidad de más de 1 H3. recogiendo aguas de los desagües de los nuevos regadíos de Bardenas y regando por aspersión con ellas, unas 500 has. propiedad del Ayuntamiento de Ejea que cultivan sus vecinos.
Según escritos de Dña. Josefina Moriones Cosculluela, hacia el año 1925, fue su abuelo «D. Pablo Cosculluela Arrizabalaga, nacido en Ejea en 1870, primer ingeniero que tuvo Ejea con el máximo de notas, quien fue requerido por la Villa ejeana para reconstruir la estanca del Bolaso. Éste lo hizo por la décima parte presupuestada. Se había roto el pantano de San Bartolomé y no se podía regar»(1)
Sala de bombeo para los riegos por aspersión
Las salidas del agua hasta las bombas impulsoras es subterránea, no así sus aliviaderos que siguen activos enviando aguas a sus desagües, junto a uno de los cuales, ha quedado como recuerdo de la salida de sus primeros tiempos, una caseta de piedra que mantiene como cubierta cinco grandes losas de piedra arenisca.
Nunca me había acercado hasta ella; pero al recibir en mi móvil las fotos que me enviaba un amigo, preguntándome, qué razón tenía esta antigua construcción, me sentí obligado a conocer el lugar y visitar la vieja obra.
Ignacio Navarro no es de Ejea y nada sabía de lo que expongo anteriormente, únicamente vió la antigua construcción de piedras que ha quedado en un lugar, que parece no ha tenido ninguna utilidad y, pensó que yo le sacaría de dudas. Cierto que yo tampoco sabía donde había realizado las fotos y de inmediato le apunté, que podían ser de «la bueta» de Sádaba o un partidero de aguas de los existentes en la «Huerta vieja», como los de Camarales en Ejea u otros de la misma época.
(1) Textos en la Revista Suessetania nº 4, 1984.
Ante el antiguo partidero, Mario Navarro Sierra que no olvidará el lugar al que lo llevó su padre junto a la antigua construcción.
Aclarada su situación en la parte baja de «El Bolaso», he tenido oportunidad de visitar la vieja caseta y realizar unas fotos como las que me envió Ignacio, pero sin su hijo.
Quedo satisfecho de haberle aclarado sus dudas y agradecido a él, por haberme dado ocasión de conocer «in situ», aquella primera salida o partidero de las aguas del viejo «Bolaso».
Sus grandes piedras inspiran respeto y seguridad
Latitud : (42° 10? 28,53? N) Longitud : (1° 10? 44,43? W)
Al fondo de las nuevas instalaciones, quedó la vieja caseta.
(1) El Topónimo Bolaso tiene su origen en el nombre del propietario romano de esos terrenos, Volasius. (M.C.V.)