Muy bonitos los paisajes que nos ofrece el camino hasta Longás: el río y el cauce del Onsella, sus altas laderas ofreciéndonos los bellos tonos del otoño; pero su carretera, tan mal atendida, con curvas tan incomprensibles en estos tiempos, resulta casi un sacrificio llegar a este tranquilo y casi olvidado pueblo de Las Cinco Villas.
Llego, cuando su alcalde, Julian Díaz, está charrando en la calle con su vecino Paco, que con su perro, ha dado una vuelta por su ganado que pace tranquilo junto al pueblo.
Me confirman, que quizás existiera ese molino en las proximidades de la población, pero no hay ni rastro de él. Lo que si queda en la margen izquierda del río, son los restos de lo que fuera una central eléctrica.
La Central Eléctrica de Longás, fue un edificio de dos plantas, con cuya turbina, producía suficiente energía para alumbrar el pueblo hasta los años 1950/1960, cuando se decidió traerla de la central de Carcavilla, en el Gállego, y suministrar igualmente a los otros pueblos de la Val d’Onsella, pasando su linea, a poca distancia de la derruida central.
3 comentarios
Gracias por este aperitivo, Pepe. Lo digo porque hace mucho tiempo que tengo la intención de visitar Longás pero, por C o por B ( bueno… casi por todo el Abecedario) nuna llega la ocasión. Creo que con este nuevo estímulo lo haré.
SALUDOS.
¡Qué fotos más buenas, Pepe!
Pepe: Gracias por volver a visitarnos y por insistir con el tema de las comunicaciones.
Saludos. Pascual