Torre de Asensio en Ejea.
Si nuestros cielos son cruzados en primavera y otoño por infinidad de aves migratorias, que en silencio o ruidosos cantos suben hacia los Pirineos o bajan a zonas más cálidas de la península y fuera de ella, no cabe duda de que en esos grupos tambien irán aquellas que han convivido entre nosotros, e incluso se habrán reproducido en las torres de nuestras iglesias, como lo hacen las cigüeñas.
En varias ocasiones han venido las cigüeñas a mi blog. *Recordar alguna*
La noticia que nos cuenta Heraldo sobre una cigüeña viajera, localizada en territorio aleman después de vivir en Las Cinco Villas, me parece oportuno recogerla y traerla aquí. *Leer*
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