Poco tiempo tardaron las gentes que habían poblado los Nuevos Pueblos de Colonización en la zona de los Riegos de Bardenas, Pinsoro, Valareña, El Bayo, Bardenas, Santa Anastasia y El Sabinar, en construir una ermita a la entrada de las Bardenas y muy próxima a la acequia Cinco Villas, que desde el término de Sádaba, discurre por las faldas de estos montes de pinares, llevando sus aguas hasta los Nuevos Pueblos pertenecientes a Tauste y ya cercanos al Ebro: Sancho Abarca y Santa Engracia.
Buscaron un nombre nuevo para esta Virgen María, que bajo diferentes advocaciones imploramos en nuestros pueblos, y tras la construcción de la Ermita, fue entronizada por decisión de todos los pueblos como «Ntra. Sra. de la Bardena». (La Iglesia católica admite innumerables advocaciones que significan la figura de la madre de Jesús a las que se rinde culto de diversas maneras).
Desde entonces y en el mes de mayo, la Virgen viene recibiendo en romería y en pequeños grupos a las gentes sencillas de sus pueblos.*recordar*
Han pasado cincuenta años, andando, en mulas, en pequeños remolques y tractores. De todas las maneras se ha llegado hasta esa suave colina que ahora se inunda de coches y furgonetas.
¡Cincuenta años, y las gentes de sus pueblos quieren darle a esta fecha un brillo más especial, colaborando el Ayuntamiento de Ejea!
Desde mi blog, mi felicitación más sincera a todos aquellos que muestran ese especial interés, en celebrar unidos la Fiesta de La Virgen de la Bardena en su Ermita, y mi agradecimiento a Conchita, que desde Pinsoro me lo recuerda. Yo por mi parte, termino mi escrito con unos versos escritos por José Guarc, inolvidable cura de Pinsoro y uno de los más importantes impulsores en la creación de esta Ermita.
¡Feliz Día y que la Virgen nos acompañe!
Foto de los primeros años ante la Ermita de la Virgen de la Bardena
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