Como una «chimenea de hadas»…
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¡Cuantas veces habré pasado por las proximidades de este lugar y nunca lo había conocido! Han tenido que ser las fotos de Lorién La Hoz en Facebook, las que me han despertado interés en conocerlo y sinceramente lo agradezco. ¡Valió la pena!
En la carretera A-1204, Ejea- Luesia, antes de llegar a Farasdués, desde «Las Piedras de Canto», después de bajar desde la carretera hasta el Barranco en una prolongada bajada, nos recibe como una ‘Chimenea de las hadas’, un grueso mochón arcilloso que una gran piedra a modo de sombrero lo ha defendido de la erosión, como la que han sufrido las distintas paredes de la barranquera, que han transformado el lugar en un plácido rincón de encantos.
Un pequeño caudal de agua ofrece sus chasquidos al saltar a más bajo nivel en el mismo barranco. Agua, que mantiene verde todo el conjunto, tras la concesión para tal fin desde el Canal de las Bardenas, que cruza el barranco con su acueducto a más alta cota.
Desde hace muchos años, agricultores de Farasdués, amantes de la naturaleza, encontraron en estas barranqueras el lugar ideal para plantar perales, manzanos y viñedo y, entre ellos, cultivar lozanos huertos de diferentes productos.
Hoy el día es caluroso y nadie trabaja en sus cultivos que viven la soledad de un lugar silencioso, solo arrullado por el curso del agua rodeando las pequeñas parcelas .
Visito sus rincones sin conocer quienes son sus propietarios o concesionarios del Ayuntamiento ejeano, a quien pueden corresponder las tierras de esta zona. No obstante, he de felicitar a quienes han encontrado, tan fértiles tierras y han trabajado con ahínco para hacer de ellas un «Pequeño Paraíso» lleno de encantos, de árboles, viñas y altos paredones de arcilla, decorados por la sabia naturaleza.
No se bién quien adorna a quien…
Patatas y viñedos…
Entre ambas formaciones naturales unas rústicas dependencias
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