«San Cristóbal» Obra de Marcelino Cortés
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Hombre sencillo y campechano donde los haya, fue Marcelino Cortés Villa, que nos dejó figuras con duras expresiones logradas con chapa de hierro y ardiente soldadura, cabezas de hombres y mujeres enigmáticas, casi irreales, de guerreros y toreros entre otros.
Desde su juventud, Marcelino Cortés, con quien compartí clases en las Escuelas Nacionales en Ejea, dedicó su vida laboral a la metalurgia, y entre hierros y soldaduras encontró lo necesario para dar vida al arte expresivo que llevaba dentro, y del que tendré que hablar ampliamente, recopilando su obra.
En muchas ocasiones admiramos Exposiciones con sus trabajos, y tuvimos la suerte, de que en nuestros parques, quedaran algunas de sus emblemáticas figuras, como «La Aguadora» o «Mujer con Cántaro», homenajeando a la mujer que con su cántaro en los brazos, iba a la fuente a buscar el agua cada día. *Recordar Post* o «La Esfinge» que embellece otros jardines en la misma villa de Ejea de los Caballeros; pero hoy me encuentro en Sádaba y precisamente ante «San Cristóbal», la última obra realizada por Marcelino Cortés, y lo fue, por encargo de Isidro Echegoyen Alzuet, conocido como «El peregrino del Volante», que tuvo la feliz idea de traer a este apartado rincón de su pueblo, (donde llegaba el tren desde Gallur hasta 1970, y tener inconvenientes para instalarlo en la vía publica,) a este San Cristóbal, cuya bendición, el 30 de Junio de 1991, fue realizada por el Obispo de Jaca, Don José Mª Conget Arrizabaleta, un buen cincovillés nacido en la villa de Tauste, acompañado por Don José Luís Casajús Pérez.
De aquella inauguración, nos queda visiblemente la placa que traigo aquí, donde incluye el «Padrenuestro del Conductor», deseando que cuantos llevamos un volante en nuestras manos, veamos cumplidas todas las peticiones que hacemos a este Santo Patrón, San Cristóbal. Amen.
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