Motivos determinados te llevan al lugar elegido y cumples tu misión, pero siempre surge en el camino, un algo que te obliga a contemplarlo y hablar de él. Eso mismo me ha sucedido volviendo de Biota, al pasar por la antigua Estación del desaparecido ferrocarril Sádaba-Gallur. Los antiguos edificios, después de tapiar sus puertas y ventanas se mantienen a duras penas, tras las embestidas de los amigos de lo ajeno, que con más facilidad han llegado a los tejados de las viejas parideras, próximas a ese lugar.
Un modo de colocar la piedra que mantiene su nombre: Opus Spicatum o cola de pez.
En un momento determinado, y hablando del modelo constructivo de ellas, «opus spicatum», ya conocido en épocas romanas, llegaron a este blog: *recordar*
Hoy véo que la mayor parte de sus tejas árabes han volado manualmente de sus tejados para llenar los bolsillos de unos desaprensivos, que ayudan a hundirse los tejados de estos edificios, que por nuestros montes van quedando inútiles sin que nadie restaure ni proteja.
Queden estas fotos para el recuerdo, como de otros lugares cercanos. *ver*
Cumplió su servicio desde 1915 a 1970 al «Tren de las Cinco Villas»
Sin comentarios