Fue el año 2013, cuando visitando la villa de Biel y tratando de conocer las cruces y cruceros que tiene y ha tenido en su entorno, tambien me encontré un carro descansando de los muchos abatares que llevó durante su vida por los caminos de Biel.
Lo habían dejado al abrigo de montículo rocoso, que a modo de cobertizo queda al norte de su torreón e iglesia, y desconozco la fecha que esto ocurrío. Lo cierto es que aunque lo he recordado en muchas ocasiones, el viejo carro no ha recibido mi visita.
Ahora he tenido la ocasión de volver a verlo y precisamente en el mismo lugar que lo fotografié. Ha sido Adrián Dieste «Chandríos», el que conoce palmo a palmo los montes, ríos y arroyos de la Sierra de Santo Domingo y los entornos de Biel.
Gracias Adrián por darme noticias del carro, que como si fuera el de Manolo Escobar, me alegra saber de él.
Carro en Biel. Enero de 2020. Adrián Dieste Chandríos.
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