Restos del Azud de Arasías y un Molino en el Río Arba.
Fue el Azud de Arasías, el primer Azud sobre el Arba, que tantos enfrentamientos creó entre Tauste y Ejea de los Caballeros, motivados por sus aguas para el riego. Había sido construido, justo debajo de la Villa de Ejea de los Caballeros, donde se unían los dos ríos: Arba de Luesia al norte y Arba de Biel al sur, naciendo ambos en la misma Sierra de Santo Domingo, muy cercano el uno del otro. Esta azud o presa fue destruida varias veces por grandes riadas y actualmente es inexistente.
Ya en 1328, el Rey Alfonso IV de Aragón, encargó al Notario Pelegrín de Ablitas, que por las diferencias existentes entre Tauste y Ejea sobre estas aguas, dictara justa sentencia. Y así se hizo, reflejando que en esta azud las aguas deben ser divididas por igual para los dos pueblos. Una parte correría por la acequia principal de Facemón, que riega esa vega y lleva sus aguas a Añesa, del conde de Torresecas, y Canales y Escorón del duque de Villahermosa, y la otra mitad, correría río abajo hasta las tierras de Tauste, detenidas por otros azudes.
Otras sentencias posteriores refrendaban aquella primera sentencia, pero la total destrucción del azud de Arasías, antes de terminar 1800, o sobre 1811, impedía a Ejea cumplir lo impuesto por aquellas sentencias y tomó otras decisiones, favorables para esta villa. VER
Ejea se olvidó del Azud de Arasías y ni una fotografía la recuerda. Ahora, unos retazos de piedras, liberadas de la tierra y el matorral que las cubría, podían ser recuerdos de ella.
Ejea fue aliviando sus necesidades de agua con los viejos azudes construidos en las Arbas para sus vegas, con los pozos construidos en sus huertas, posteriormente electrificados, Recordar. con el pantano de San Bartolomé (1942), El Bolaso y las fuentes diseminadas por el término. Pero la solución definitiva llegó con la llegada del Canal de las Bardenas en 1959. A partir de entonces es otra historia.
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