Fuente actual en Rivas.
La Fuente en los años cincuenta.
Como tantos lugares de nuestros pueblos, la Fuente de Rivas ha perdido aquel encanto que tuviera en épocas pasadas. Atrás quedaron las mulas abrevando, los cántaros y botijos y el murmullo constante del agua en la fuente honda. Se le quiso dotar de árboles que procuraran buena sombra, la piedra del molino para mesa, bancos y plantas; pero la fuente perdió sus caños, sus escaleras, su rueda y su abrevadero…
Hoy, después de leer el comentario de Manuel Trujillo en mi anterior post, hablándonos de la lengua aragonesa y llevándonos a *su blog* , considero una suerte, comprobar que quedan muchos mayores, para animar con sus tertulias esta plaza de Rivas, y Dios querrá, que sigan manteniendo retazos de nuestra fabla y unidos con tan buena amistad, por muchos años.
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