Fue la Fuente, Abrevadero y lugar de descanso con bancos adosados dentro de su entorno.
El viejo Matadero que pronto será un centro de cultura con una ludoteca infantil
Visitar cualquier rincón de Biota, es encontrarse con su dilatada historia, esa que quedó escrita en las piedras, y que generalmente, no aparece en los documentos más leídos, como su *Iglesia románica* o su Palacio, que se sigue restaurando, y tantos otros.
Cuando conocí el viejo Matadero, cosido de postes y cables eléctricos, junto a lo que fueron los huertos próximos al río Arba y a la primera urbanización de «Casas Adosadas», aunque entonces no recibieran ese nombre, creí que me encontraba ante una ermita, bajo la advocación de algún santo; pero las jambas de su puerta, tenían bien marcadas en sus piedras areniscas, las endiduras que habían producido, los cuchillos, que incesantemente se habían afilado en ellas en el transcurso de los años; era un matadero.
Posiblemente, anterior a este servicio municipal, pudo ser lo que pensé, o sus piedras procedían de algún digno lugar.
Piedras y más piedras se amontonan y se guardan, procedentes de viejas norias o molinos aceiteros. La suerte de ellas, es que en un momento determinado pueden ser útiles en otra construcción.
A la salida de la villa, después de cruzar el puente sobre el Arba, un recuerdo; en un lugar estratégico en su momento, una fuente, un abravadero y unos bancos, en su parte interior. Una idea perfecta para realizar esas tres funciones en una sola obra, imprescindibles en su momento.
Hoy, creo que nadie hace uso de este lugar. El platanero le sigue dando su sombra en verano y ahora le aporta sus hojas secas y coloristas para adornarlo.
Por nuestra parte queda, mantenerlo cuidado para que no se pierda su belleza.
Piedras de molinos aceiteros, etc.
Recuerdos de otras edificaciones cercanas.
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