Modesto García «Pitelo» en su casa de Luesia. La ermita del Puyal le acompaña.
En una tarde gris del mes de Febrero de 2010, con fuerte de cierzo en el llano, a poco más de 30 kilómetros; aquí fríos chubascos bajan de la montaña y envuelven de llovizna y nebuscardas a la villa de Luesia.
Con esas condiciones climáticas, no es muy factible hacer fotos de su entorno, pero sí de visitar a algunas personas que hace tiempo me propuse visitar.
Y así lo hago; y entre ellas, a Modesto García, «Pitelo», un hombre que conocí hace muchos años y colaboró con nosotros en los años 50/60 en la recolección de buenas cosechas de trigo Aragón o3, enviado como encargado de Dña. Rafaela Aísa, propietaria de la finca que cultivábamos: *La Gayata. Recordar* .
No había estado con él desde entonces, aunque a través de su familia seguíamos en contacto y nos trasmitíamos nuestros mejores deseos, los unos y los otros.
Lo encontré animoso, como siempre ha sido, y como es natural entre mayores, con ganas de recordar lo bueno y lo menos bueno de tiempos pasados. Hice unas fotos del encuentro y a Modesto García, con su viznieta en los brazos, que muy gustoso enviaré.
Entre lo charrado largamente con Modesto, le comentaba que la primera vez que estuve en Luesia, fue cuando aún no estaba la carretera desde Ejea a través de Farasdués y Asín, que se hizo a pico y pala en los años 1943 / 1945.
Con el – taxi de «Manuel el de los autos»-, desde Ejea por Uncastillo, me llevaron siendo niño y estando enfermo, a un buen médico allí afincado, Dr. Labayen, que además de su profesión en la medicina, dedicó su tiempo con gran entusiasmo, a recopilar materiales arqueológicos de aquella zona, incluso de la Val de Onsella, y que bajo el nombre de “Colección Labayen Galván” están depositados en el museo de Pamplona.
¡Lástima no estén en la comarca de las Cinco Villas, donde fueron encontrados!
Me satisface recordar esta visita en mi blog, y le deseo lo mejor a Modesto y su familia. Hasta pronto.
Al volante Fernando Pérez en el Taxi de su padre «Manuel el de los autos», (Libro Ejea en la Memoria)
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