No sabía con exactitud donde estuvo asentada la «Venta del esclavo» en Ejea de los Caballeros, y así como la «Venta de Chela» mantiene aún parte de sus edificios, en las proximidades de la carretera de Sádaba, frente al nuevo pueblo de Bardenas, la desaparecida «Venta del Esclavo» estuvo en la carretera de Tauste a poca más de 2 Km. de la población ejeana, a la izquierda después de pasar la zona denominada Boalares y antes de llegar al barranco de «La Calcina». De este lugar me dio amplios detalles de su emplazamiento mi amigo Ángel Giménez Abadía; pero sus conocimientos van mucho más allá de la situación de la citada Venta.
La extensión de tierras, propiedad del Ayuntamiento y transformadas en nuevos regadíos en 1960, fueron anteriormente ricos pastizales donde pastaban las importantes ganaderías de reses bravas de la villa ejeana, entre las que destacaban la «Ripamilan» y la de Don Celestino Miguel.
En esas zonas y en aquellas circunstancias, donde predominaban toros y vacas bravas, nunca faltaban los soñadores con ser toreros y entre ellos, me cuenta Ángel, existió un joven que logró hacer sus sueños realidad. No había nacido en Ejea, pero con su familia residía en esta población, y entre otras actividades se dedicaba a vender a la chiquillería cacahuetes y chufas, siendo este producto quien dio nombre al torero soñador: «El Chufero».
Le contaron a mi amigo, y el lo recuerda, que ha pesar de haber sido considerado algo enclenque para esta profesión, había conseguido importantes triunfos en diferentes plazas de toros.
Desconocemos donde se materializaron esos triunfos, pero en «Los Toros», popularmente conocido como «El Cossío», el Tratado Técnico e Histórico de José Mª de Cossío, encontramos claramente, qué fue y como murió en Zaragoza, nuestro recordado torero de las Cinco Villas, con este texto:
Gandía (Vicente). Matador de novillos, nacido en Onteniente (Valencia). Era poco conocido en las plazas españolas, y por el Mediodía de Francia toreó bastante, especialmente hacia 1895. El 7 de abril de 1901 se celebró en Zaragoza una novillada sin picadores, y el Chufero fue uno de los matadores ajustados. El ganado era de don Celestino Miguel, de Tudela (Navarra), y el tercer toro, Ventero, alcanzó y empuntó a Gandía en un lance de capa, y lo recogió en el suelo. Conducido a la enfermería, se le apreciaron varias gravísimas heridas y le trasladaron al hospital, donde falleció el 14 del mismo mes de 1901. Era uno de esos toreros con mucha voluntad y pocas actitudes.
José Mª de Cossío. Los Toros, 3.
Así pués, en la Plaza de Toros de la Misericordía de Zaragoza, Vicente Gandía, «El Chufero» encontró la muerte por uno de los novillos de aquellas vacadas ejeanas, que pastaban por la Venta del Esclavo, ya que sin duda, el nombre de Celestino Miguel correspondía a Ejea de los Caballeros y no a su vecina ciudad de Tudela.
Gracias amigo Ángel, por ayudarme en mis dudas y facilitarme fechas y datos históricos que tu sabes recordar, y me han sido útiles para escribir este post.
Ángel Giménez Abadía
1 comentario
ANGEL JIMENEZ «JUAN RAMON», TIENE UNA MEMORIA PRIVILEGIADA. A VECES DUDA EN LAS FECHAS Y YO LE TOCO ALGO LA MORAL AL RESPECTO, EL SIEMPRE LO TOMA A CHUFLA PERO SE ALEGRA PROFUNDAMENTE CUANDO LE RECUERDAS SU BUENA MEMORIA.