Primera edición de la partitura «Sierra de Luna»
Me gustaría hasta poner música en este post, porque para Carmen Aranda, la música fue algo que la acompañó toda su vida. La escuché en más de una celebración religiosa en la iglesia de su pueblo, Sierra de Luna, acompañando los cantos religiosos con el armonio, el órgano que para que suene hay que accionar sus fuelles con los pies.
Pero conocerla, fue hace tres años cuando en su casa, me facilitó la primera partitura de «Sierra de Luna» que el propio Francisco de Val le entregó en 1958 y que desde entonces, tantas veces ha interpretado en su piano con toda fidelidad.
En nuestro libro :: «Francisco de Val. Vida, Poesía y Música»::, nuestros primeros agradecimientos son para Carmen Aranda, hija de Emilio, el mejor amigo de Francisco que toda su vida estuvo relacionado con él, y su partitura y algunas de sus cartas han quedado en las páginas de este libro.
Carmen Aranda ya no está entre nosotros, pero siempre recordaré su respuesta cuando le entregué el primer libro recién escrito: -Te lo agradezco más que si me llevaras al cielo-.
Este feliz destino es el que todos te deseamos.
¡Carmen Aranda, Descansa en Paz!.
Carmen Aranda con su piano.
Iglesia de Santa Águeda. Sierra de Luna.
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