Pozo Pígalo. Una piscina natural en el río Arba de Luesia
Estanque del Sabinar
Después de ver las fotos o el vídeo de los Chorros del Mundo en Riópar, de esas aguas trepidantes que como una explosión y en un momento inesperado, arrancan con ímpetu desde la montaña que las tiene retenidas , se despierta el deseo de hablar del agua; pero en nuestra comarca, salvo pequeños torrentes en la Sierra de Santo Domingo, donde brota el Arba con sus distintos nombres y sus distintos lugares de nacimiento, las aguas corren mansas por los ríos y están, mayoritariamente, reposadas en sus estancas y pantanos.
Uno de los lugares, donde el agua crea un ambiente pictórico, entre grandes piedras de bellas tonalidades, es el Pozo de Pígalo, más arriba de Luesia, donde el río no ha conocido ninguna población y son muchos los visitantes que cada año se acercan a conocerlo.
Embalses y pantanos por doquier, nos recuerdan que el agua es la riqueza que aprendimos a guardar los cincovilleses, y cada rincón con agua, es un lugar encantador, como los que traigo hoy para disfrutarlos.
Lagunazo de Moncayuelo en Pinsoro
EJEA. Estanca de Pilué
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