Hablamos en muchas ocasiones, de como se vivían las Fiestas patronales en épocas pasadas, y para documentar lo escrito, traemos fotos que nos detallan lo vivido.
Así, en fechas pasadas, comentaba cómo afanados en la recolección las esperaban los agricultores, que en definitiva, era la mayoría de la población en nuestros pueblos.
Pero si alguien captó con toda la crudeza, la vida de los labradores en el año 1951 y lo que las fiestas representaban para ellos, fue «Manolo Navarro», D, Manuel Navarro Alcayne, veterinario de profesión, con su clínica veterinaria y el herradero, donde en su fragua se forjaban las herraduras, se cepillaban los cascos de las mulas y se les clavaban otras herraduras nuevas. Todo ello en el Paseo del Muro, donde hoy existen nuevos y bellos edificios.
Recuerdo, enfrascados en aquel duro trabajo del herradero, al Sr. Filo Montañés con su socio Valero Lambán y su hijo Julio Lambán, que posteriormente pasó de camarero a «La Granja»; un amplio Bar-Cafetería, que también abrió Manolo Navarro, que posteriormente pasó a ser el «Herdy»*Recordar.*
Cartel de aquella Iª versión de 1939 de «Las cuatro plumas»
Pero «Manolo Navarro», era mucho más que veterinario, era el propietario de un salón de cine, donde ofrecía sesiones infantiles y donde por primera vez, vi una película que nunca olvidé: «Las cuatro plumas», un clásico del cine de aventuras.
Fue promotor de espectáculos, en su «Pista» de Baile, donde tuvimos la suerte de ver, además de buenas orquestas, grandes veladas de Lucha Libre, donde no faltaban los famosos ejeanos, Hermanos Lambán y el joven Morlans.
Su acervo cultural era importante y manifestó profundo interés por crear actividades culturales en su pueblo, donde se realizaron varios homenajes y certámenes literarios, con el apoyo de otros destacados ejeanos, en aquellos difíciles años.
Como sencillo homenaje a su persona, traigo sus versos, que él me facilitó para que los recitara en una ocasión; versos que en el libro «Historia Oral de Ejea» de Octavio Sierra, quizás por error, figuran como de autor anónimo.
Cuando el cierzo sopla despiadadamente
y el polvo le ciega, llevando un bravan,
detrás de unas mulas, va pacientemente
sucio y mal vestido, el pobre gañán.
Cuando la rosada le entumece el cuerpo
y el frio o la lluvia le hacen tiritar…
este labrador de Ejea, bueno y terco,
sin mirar el tiempo, se ocupa en sembrar.
Cuando el sol abrasa y hasta el aire es fuego
y uno se derrite de tanto sudar,
él siega o bien trilla, entre algún reniego
que dice a las mulas para no parar.
El está en el monte casi todo el año,
y en las horas libres para descansar,
cuida de las mulas que no sufran daño
y el propio alimento tiene que guisar.
En el duro suelo o en tablas de caja,
en el mismo establo o bien a su lado,
por todo mullido un saco de paja,
duerme pocas horas vestido y calzado.
En invierno esto; pero en el verano
cuando és abundante la recolección,
el duerme en el carro, encima del grano,
fruto del trabajo y de su tesón.
Mas llega septiembre y con él las Fiestas,
que ansioso y paciente todo el año espera,
y són siete dias los que duran estas:
és una semana de hacer lo que quiera.
Hoy és dia grande, dia de la Virgen, de nuestra Patrona,
la muy venerada y siempre protectora Virgen de la Oliva.
Con su traje nuevo, bajará contento desde la Corona
y de acompañarla en la procesión, él jamás se priva.
Luego són los bailes, lifaras, vaquillas,
el ir con las mozas al cine, a los fuegos,
o el ir hasta el Arba y allí en sus orillas
cantar, y con ellas jugar a mil juegos;
y haga lo que haga, todo está bien hecho
(dentro lo moral, siempre que ello sea )
pues se lo ha ganado y tiene derecho,
el mozo garrido y bravo de Ejea.
Manuel Navarro Alcayne. (Veterinario)
11-09-1951
1 comentario
he visitado un familiar en Madrid después de muchos años y sabía que estaba casada con un señor que había practicado la lucha libre, yo no le conocía antes pero por primera vez le ví el pasado dia once de octubre, hablamos de su salud y recordó su pasado dedicado a la lucha libre me enseñó el cinturón y pudo leer CAMPEON DEL MUNDO EN LUCHA LIBRE ANTONIO MORLANS, yo le dije ¿Campeón del Mundo? y dijo si, si ese soy yo, casí no lo creí si no es porque había que esta prima estaba casada con un señor que se dedicaba a éste deporte, así que por curiosidad y de vuelta a casa me he metido en internet para ver si su nombre aparece en alguna parte y no lo puedo encontrar, sentí pena porque son tantas tonterías que se leen en la prensa y una persona como ésta no aparezca en ninguna parte pues seguro paseó por el mundo a nuestro pais.
Pero en ésta búsqueda al final casi dejando, leo …y el joven Morlans» he visto que alguien ha recordado su nombre y al menos en aquellas fechas ya era apreciado en su localidad en lucha libre al igual como dicen de los Hermanos Lambán.
Ahora Antonio Morlans tiene ochenta y dos años vive en Madrid con su familia y como dice el ha dejado el cigarro, pero cargado de dolores, el dice que de los golpes, pero no eso seguro es por la edad. Un saludo a Peperamón por acordarse de esos paisanos suyos.