Capitel de «la bailarina del Maestro de Agüero». San Salvador de Ejea.
El domingo día 13 de Noviembre, fue clausurada en la ciudad de Jaca, concretamente en los salones de la Ciudadela, la Exposición de Reproducciones en cerámica del Románico de Aragón y que Pedro S. Quibus ha realizado manualmente, pieza a pieza, esclusivamente con el barro que sus manos saben moldear.
Tenía verdadero interés en visitarla y conocer lo referente a la comarca de las Cinco Villas, aunque su página Web, ofrece amplia información de todo su trabajo realizado, pero circunstancialmente, entré en la villa de Ardisa con el deseo de fotografiar el viejo lavadero, que fue restaurado el pasado año y donde se realizaron unos vídeos para dejar constancia de aquellos «Oficios perdidos», e inesperadamente, apareció su alcaldesa, Mª Ángeles Palacios, que siempre tan atenta, quiso mostrarme todo lo realizado en su pueblo desde mi anterior visita y que con sumo gusto relataré en otro post.
Por lo tanto, quedo frustrada mi visita a la exposición de Jaca, haciéndoselo constar a su autor, que muy gustoso, me ha informado de las obras que más interés tenían para este blog, que muy amablemente me las envía y yo incorporo aqui, comenzando por los crismones de San Felices, San Lorenzo, San Miguel y los de San Martín de Uncastillo:
Crismones de Uncastillo
Portada de la ermita de San Miguel de El Frago
Crismón de Puilampa. Sádaba
«El arpista que acompaña a la bailarina» del Maestro de Agüero
«Recuerdos de Ruesta» (ver una visita)
Tras conocer sus crismones, tímpanos, capiteles, etc, repaso sus escritos llenos de sinceridad, invitándoles a Vds. a conocerlos en su página http://www.romanicodearagon.com, donde hallarán frases como estas:
Toda pieza que sale del taller es una pieza única, hecha con la dedicación que cualquier forma artesanal requiere: tiempo y manipulación exenta de mecanismos y, sobre todo, de moldes para una industrial reproducción. Y es que cuando hablamos de sentimientos, de espíritu, cuando mencionamos la palabra de la piedra, su sabiduría, la huella del tiempo, no soy capaz de entender todo ello saliendo de un molde. Resulta una interacción imposible, un anacronismo indefinible e inaceptable. Por eso cada pieza es ella sóla, única, pareciéndose a su vecina solamente en dos conceptos: en su origen geográfico y, sobre todo, en el cariño para su elaboración con el “barro”.
Desde mi blog, mi felicitación a Pedro S. Quibus por esas muestras de admiración hacia el románico de Aragón que maravillosamente plasma con sus arcillas y su labor de coordinador entre los «Amigos del Románico» en esta región aragonesa.
Capitel de El Frago. (Foto J.A.Olañeta)
1 comentario
Mi felicitacíón a cuantos de un modo u otro difundís el maravilloso románico de Aragón y lleváis el dedo a la llaga, siempre viva, de lo que hay que recuperar. Muchas Gracias