Cientos de veces he escuchado esta canción que Francisco de Val dedicó a esta población de las Cinco Villas, donde en su juventud aprendió el oficio de herredor de caballerías y los más esquisitos valores del hombre, integrado perfectamente entre su juventud, que lo llevaron a ser noble y agradecido, como supo manifestar más tarde, con la creación de esta bella canción a «Sierra de Luna».
La había estrenado Rosita Ferrer en 1958, en el Programa «Cabalgata fin de semana» presentado por Boby Deglané, saltando a la fama con ella, y fue su propio autor, Francisco García de Val quien le entregó la nueva canción, que, «Con los primeros versos que la aprendió, la ha cantado toda su vida».
Así lo manifestaba cantando en Sierra de Luna, (Abril 2018), Rosita Ferrer acompañada por Germa, en la última ocasión que ha tenido de ser homenajeada en esta población que tanto la quiere. Pero son muchos, principalmente Grupos, los que al cantarla introducen una «Y» donde no hace falta; y así la estrofa nos dice: Besos de nieve y de cumbre, resultando que de esta manera, vienen los besos de dos lugares, cuando Francisco de Val solo quiso que el Cierzo, o el aire del Moncayo, fuera quien acariciara, por la nieve de su cumbre transformado en besos.
Posiblemente el error viene de lejos, porque la primera partitura editando la música por Ediciones Patria y que permanecía en el piano de Carmen Aranda, ya llevaba el comentado error que no he dudado en traer a este post, manifestando que del baldosín realizado por la Escuela de Cerámica de Muel y que engalanan la villa de Sierra de Luna, (también con el mismo error), me he permitido retirar la «Y» sobrante de ese baldosín cerámico, que tengo a mi alcance en un anterior escrito. Ver
¡Ojalá acierte con ello!
De la partitura original que tocaba al piano Carmen Aranda.
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