He querido fotografiar las viejas bodegas enclavadas en la ladera norte del montículo, donde en lo alto, se encuentra la Iglesia barroca de Santa María la Mayor, y me encuentro a mi amigo Miguel Ángel Lambán, en plena faena en una obra, y tras comentar mi objetivo, me ofrece la posibilidad de visitar la que fue «bodega de Casa Naudín» y hoy es de su propiedad.Como se da la circunstancia que soy descendiente de aquella familia, y en la bodega no había estado nunca, me agrada la idea y sin dudarlo fuimos hacia ella y me gustó. Posiblemente sea de las mejores que hay en este pueblo, aunque por falta de uvas y vino, le falta el encanto y el olor propio de estos lugares. Sus arcos son de ladrillo, sus pilares de piedra picada y su techo todo una losa natural de piedra, bajo la cual, están las viejas cubas vacías. Sobre esta losa, encima de la bodega, está el lagar circular donde se estrujaban las uvas y difícilmente volverá a tener actividad; los modos de hacer el vino han cambiado y Miguel Ángel no tiene viñas y es agricultor de extensos cultivos, aunque, seguro que en sus almuerzos no le falta un buen vino de Sierra de Luna.
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