Fue en abril del 2007 cuando visité este lugar, consciente de que estaba visitando un paraje de Farasdués, porque los campos de esta zona son cultivados por agricultores de este pueblo, que desde 1972 está incluido como barrio en el Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros. Recordar.
Sabía había existido en aquellos entornos, una ermita dedicada a San Jorge y que había sido muy frecuentada por los devotos de esta zona, siendo el día de este Santo, el 23 de abril, cuando se celebraba una importante romería. A grandes rasgos conocía unos antiguos versos que nos contaban:
A la ermita de San Jorge para celebrar su fiesta,
acuden con regocijo y hacerle mil peticiones,
los de Ejea y Farasdués, unidos a los de Biota,
donde piden más ayudas los curas en sus sermones.
Hoy, tengo toda seguridad de que este antiguo lugar siempre ha pertenecido a Biota, después de leer lo escrito por Fray Mateo Suman, que lo visitó en 1802, realizando sus “Apuntes para el Diccionario Geográfico del Reino de Aragón, Partido de Cinco Villas” y lo llevó a un libro con el mismo título, Sor Josefina Salvo Salanova de Sos del Rey Católico en 2016. Así queda descrito relacionándolo con la villa de Biota, “a una distancia de legua y media, con los restos de la ermita de San Jorge y los muchos vestigios de edificios, pedazos de pared de cantería y montones de piedras, que indican haber habido población o al menos castillo”.
Podemos dar por cierto que el Bustum del siglo I, y las tumbas antropomorfas allí existentes, pertenecen a la villa de Biota. Visitad el lugar: Cerro de San Jorge y disfrutad de él.
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