Piedra recuerdo del lugar donde estuvo la Cruz de la Tejera
Ermita de la Virgen de la Sierra.
Fue cobertizo donde comían las mulas en sus pesebres, en viejas romerías.
Hoy, hogares y mesas…; pero antes, ¿por qué fueron construidos estos magníficos arcos?
El camino de la ermita da gusto recorrerlo hoy
Desde el almacén de Juán J. Castillo
La Cruz del Burgo y de La Tejera en Biel.
Pocos cruceros me faltan por visitar y fotografiar lo que queda de algunos de ellos, para completar esa precisa colección de «Cruces y Cruceros de la Comarca de Las Cinco Villas» que me he propuesto realizar y unidos, darlos a conocer a través de este Blog, aunque uno a uno, he insertado en anteriores post, cuando he tenido ocasión de hablar de ellos.
Son más de sesenta y están diseminados por toda nuestra comarca, bien en caminos, en alguna población o cerca de ella.
Hoy, he creído sería un buen día para fotografiar en Biel «La Cruz del Burgo» y la de «La Tejera», teniendo de fondo la Sierra de Santo Domingo nevada.
Pero ha sido imposible completar esta idea; solo he podido ver la piedra que testifica lo que fue la Cruz de la Tejera, y gracias a Juan J. Castillo de Biel, que al encontrarlo a la salida del pueblo, tuvo la amabilidad de acompañarnos hasta la Ermita de la Virgen de la Sierra, donde nos enseñó lugares que yo desconocía, antes de visitar su caserío donde le esperan hambrientos sus cuatro gatos. Los restos de la Cruz del Burgo estaban tan cubiertos de nieve que no se veía exactamente el lugar y era muy difícil llegar hasta ellos.
Por lo tanto, será en otro momento cuando lo visitemos, contando con la compañía de Juan, que muy gustoso nos acompañará como nos manifiesta, quedándome solo con esa piedra al borde de la carretera, que Rafael Margalé Herrero la describe así:
Cruz de la Tejera
En la partida de este nombre se conserva una amplia grada de piedra bien labrada que permitía en la romería a la virgen de la Sierra, en cuyo itinerario se encuentra –exactamente en la bifurcación de los caminos que llevan hasta la ermita y a Fuencalderas–, hacer la segunda etapa. No sé de su forma, si existió, o si simplemente se colocaba la cruz procesional y la peana de la santa durante las oraciones y los gozos.
Yo por mi parte, hago foto de esta grada de piedra, que aguanta la nieve caída esta pasada noche y la incluiré con todas las Cruces y Cruceros que voy recopilando de esta comarca de Las Cinco Villas. Mi otro acompañante, Eduardo, sigue captando con su cámara tan bellos paisajes nevados.
La Villa de Biel.
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