Nos lamentamos de que las cosas antiguas no se cuidan y pasan los años sin cuidar ni recuperar, lo que aún no ha desaparecido.
Nos lamentamos, de que algunos de esos vestigios de nuestra vieja historia, hayan ido a parar a museos ajenos a nuestra región y permanezcan, incluso sin identificar, como ocurre con con las estelas funerarias de Valpalmas, entre otros piezas, depositadas en el museo de Navarra.
Y nos lamentamos, cuando alguno de esos restos de la antigüedad aparecen en lugares, que no era el suyo; pero yo soy de la opinión, de que todo aquello que ha podido ser rescatado, bien vale la pena exponerlo en lugares visibles, y en pequeños Museos locales, con sus elementos etnológicos, mostrando, con trajes y objetos religiosos la diversidad tradicional, que son las señas de identidad de nuestros pueblos, para que todo el mundo los conozca y en casos concretos, embellezcan su nuevo emplazamiento, como ocurre con los ** Cruceros de Las Pedrosas **, los restos del **Mausoleo de Sofuentes ** y esas piedras tan bellamente trabajadas, en la entrada de una vivienda en Sofuentes, donde la puerta, está anclada en una lápida funeraria con esta inscripción: BVCCO IIV-SADANSIS, F-ARSITANVS-H.S.E, que traducido por Mariano Zarzuelo Revilla en el nº 22 de la Revista Suessetania, dice: BUCCO I IV- HIJO DE SEXTO ADANSIS- DE LA CIUDAD DE ARSI- AQUÍ ESTÁ ENTERRADO.
Por el momento…un sueño.
.
Sin comentarios