42 01 39.58 N 1 03 50.17 W Altitud 497 m.
Desconocemos donde fueron empleados los ladrillos que en este horno se cocieron, después de elaborarlos manualmente con las arcillas que mantienen esos montículos de este material al borde de uno de los barrancos más bellos de esta zona en los montes de Sora.
Su hueco cuadrado, que mantiene la rosada tonalidad de la tierra quemada y restos de las piezas cocidas, nos desvelan su función, quemando la abundante leña que proporcionan estos montes de Castejón.
Pero, ¿Con qué fin se instaló aquí la fabricación de ladrillos? No cabe duda de que fueron precisos los ladrillos en alguna construcción, en una época no muy lejana. Pudo ser en los siglos XVIII o XVII.
Sabemos que la iglesia de Castejón de Valdejasa fue toda ella construida de ladrillos estilo mudéjar, pero en el siglo XIV, siendo posteriormente, en la década de 1950-1960, cuando se construyó exteriormente unas nuevas paredes de piedra que dejaron como testigo de su antiguo estilo la Torre con su campanario.
El Castillo de Sora, que se eleva a 596 m. está muy cercano a este horno de ladrillos y aunque su procedencia haya sido una fortaleza del Islán con posteriores edificaciones de piedra bien trabajada, también ha tenido cerramientos de ladrillo, que aún se mantiene algún vestigio de ellos, como nos muestra Marisancho Menjón en su libro, «El Castillo de Sora, Fortaleza principal de las Cinco Villas», con unas fotos de ellos.
Por lo tanto, queriendo dar nombre a este lugar y hasta que otro nos muestre lo contrario, denominaremos a este Horno, el de la «Fábrica de ladrillos del Castillo de Sora».
Del Libro «El Castillo de Sora» de Marisancho Menjón. 2011
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