Fue un lugar encantador para niños y no tan niños hasta los años sesenta. ¿Quien no recuerda haber ido con sus compañeros de colegio, de excursión a la arboleda de Rivas junto al Arba o a la finca de Bayas?. Eran muchas las veces que visitábamos este lugar lleno de grandes árboles, fresca hierba y en el centro una fuente de agua fresca. Nuestra merienda a partir de «jueves lardero» incluía longaniza hecha en casa, con el tocino que habían criado nuestras familias durante un año. En el caserío, siempre había gentes muy amables que eran familia de algunos de los niños que allí disfrutábamos con las aguas del manantial.
Fue el año 1969, cuando uno de los propietarios de la finca de Bayas, conocido en Ejea, su pueblo, como Daniel Diego-Madrazo, sobrino de D.Pepe Ventura el de el Teatro Imperio, que llegó a ser el Superior o responsable de los HH. Corazonistas en Zaragoza, según se desprende de importantes acuerdos con el Sr. Arzobispo de Zaragoza Monseñor Cantero Cuadrado el 4 de marzo de 1967, realizó en la fuente existente en la arboleda una trasformación importante, forrando con placas de piedra sus escaleras y todo su conjunto y dejando grabada en un plafón el nombre de San Juan y su imagen.
Hoy he visitado Bayas, el agua de la fuente de San Juan sigue manando; pero le faltan cuidados y el caserío está vacío; la arboleda mermada, aunque quedan frondosos ejemplares dando sombra al conjunto, que casi nadie visita.
1 comentario
Cuando éramos chicos, era una aventura ir andando por los caminos hasta llegar a Bayas.
¡Qué recuerdos!
Un abrazo