Por su antigüedad, por las tradiciones y votos que arrastra desde los siglos XV y XVI, la ermita de Santa Ana y San José de la villa de Tauste, está viva en multitud de conversaciones, considerando nefasta la situación a la que ha llegado, a la Lista Roja de la Asociación Hispania Nostra.
Entre los escritos llegados sobre este tema, como Cartas al Director de Heraldo de Aragón, figura el firmado por Miguel Ángel Pallarés Jiménez, que hoy aparece en esa sección y que copio íntegro, con la seguridad de que por parte de los entes interesados, se estará estudiando en profundidad la más eficiente salida de esa Lista Roja, y volver a dar vida y esplendor a esta antigua ermita, en la entrada de Las Cinco Villas. Recordar post anterior
¿Por qué no restauramos la ermita de Santa Ana y San José de Tauste?
Miguel Ángel Pallarés Jiménez
A primeros de noviembre del año pasado, la ermita de Santa Ana de Tauste, vulgo de San José, fue incluida en la Lista Roja de Hispania Nostra; su comité científico había considerado oportuna su inclusión como forma de llamar la atención sobre su estado e impulsar su restauración.
El día 4 de ese mes, el Heraldo de Aragón, siempre sensible al cuidado del patrimonio de nuestra Comunidad, se hizo eco del informe de Hispania Nostra, en el que se señalaba que el estado de conservación del edificio era ruinoso: “En la actualidad presenta un lamentable estado de deterioro. Las diversas lesiones estructurales, los problemas de humedad e incluso el comportamiento del terreno en la cimentación han ocasionado deformaciones, agrietamientos y desagregación de la fábrica».
La ermita, que se halla ubicada junto a la carretera A-126, a un lado de la rotonda que canaliza el tráfico a Tudela, Pradilla de Ebro, Remolinos y Tauste, en un punto señalado que puede considerarse la entrada desde el sur a la comarca de las Cinco Villas, sufre desde hace décadas un deterioro que puede ser irreversible si no se actúa de inmediato. Construida en el siglo XV en un pequeño altozano, es de nave rectangular, con vertiente a dos aguas, cabecera plana y coro alto a los pies; contaba con dos capillas laterales, hoy desaparecidas, y con vivienda anexa para el ermitaño; y un exorno artístico que hace tiempo fue trasladado por amenaza de ruina a la iglesia parroquial de Tauste, entre cuyas piezas se halla un extraordinario retablo gótico de Santa Ana. Hoy está apuntalada en el exterior, su tejado casi hundido en su totalidad y sus arcos fajones apoyados en muros obrados en una actuación llevada a cabo hace unos años.
La construcción es modesta, se utilizó tapial, mampuesto y ladrillo para levantarla, pero su valor histórico, religioso y cultural es de primer orden para la villa, como razonó el comité científico de Hispania Nostra a la hora de incluirla en la Lista Roja, puesto que es «un edificio patrimonial de Tauste, con una importancia histórica y antropológica extraordinarias para la localidad. Aparte de las iglesias de Santa María la Mayor y de San Antón, la ermita de Santa Ana y San José es el edificio más antiguo de la villa. La romería de San José es, a día de hoy, parte de la cultura popular del municipio, y dado su estado de conservación ruinoso, es necesario apostar por la rehabilitación de la ermita y su conservación».
Efectivamente, desde 1599, los habitantes de Tauste han guardado voto ininterrumpidamente al santo carpintero cada 19 de marzo, por librar a la villa del tabardillo; y se celebra la fiesta con dos joyas de la repostería local, los fullatres y culecas, y recogiendo en la romería ramos de boj bendecido para colgarlo en cada casa. También ese día salían de quintas los mozos, se estrenaban las ropas de primavera, las adolescentes entraban al baile por primera vez y se echaba el agua por el Canal de Tauste, una vez limpiado su cauce y el de las acequias. Una singularidad de la ermita es que fue mantenida durante siglos por una cofradía local de apicultores, llamada de Santa Ana, en la Edad Moderna.
Hispania Nostra dispone de una plataforma de micromecenazgo a través de la cual pueden presentarse proyectos de rehabilitación y solicitar financiación para llevarlos a cabo. ¿No podríamos los de Tauste hacer porque nuestra ermita no acabe siendo una pura ruina, no podríamos sumar fuerzas para su restauración? Seguro que lo lograríamos si el apoyo fuera tanto institucional como social, en estos momentos en que tanta importancia se está dando al patrimonio como elemento cultural e identitario. La ejemplar actuación restauradora sobre la ermita de Nuestra Señora de Gañarul, llevada a cabo por los habitantes de la no lejana localidad de Agón, nos podría servir de ejemplo.
El pasado año 2021, fue editado por la IFC de la D.P. de Zaragoza,»Las ermitas de las Cinco Villas de Aragón», siendo esta de Sta. Ana y San José, una de las 259 que han existido y cuyo libro la tiene muy en cuenta. Pueden bajarse este trabajo en formato PDF de la mencionada Institución. Abrir enlace.
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