Entre la Punta del Alba, a la Izda. y la Punta del Turrujón (Navarra) a la Dcha., el Portillo de Santa Margarita, por donde hoy pasa la carretera a Tudela
Cabezo de la Ermita, entre cereal y arrozales.
En el cerro, restos de la Ermita de Sta. Anastasia, que dio nombre al nuevo Pueblo de Colonización: Santa Anastasia, al fondo entre pinares.
Vista desde el río Riguel.
Fueron numerosas las ermitas que tuvo la villa ejeana, pero ni una siquiera ha llegado a nuestros días. Solo el nombre de sus diversos santos, que indudablemente gozaron de gran devoción religiosa ha quedado en los distintos lugares donde estuvieron ubicadas. Así, desde el Portillo de Santa Margarita en la Bardena, que tomó el nombre de la santa, que entre la Nasa y la Punta del Alba tenía su ermita; un lugar de encuentros entre navarros y aragoneses para deslindar mugas, mitigar enfrentamientos de pastos y otros análogos, a la ermita de la Santa Cruz, instalada en lo alto de un montículo al sur de la villa y que se sigue llamando: la Canterica de Santa Cruz.
«Canterica de Santa Cruz».
En la parte Sur de Ejea de los Caballeros. Últimamente ha tenido un corral de ganado.
En la parte alta de la población y precisamente en el barrio más antiguo, estuvo la ermita o quizás iglesia de San Juan, primer Patrón de la villa y que mantiene una calle con su nombre en dicho lugar.
Donde se construyó el templo a la Virgen de la Oliva en 1755, ya había anteriormente una ermita desde 1245 y se hace constar que estaba dedicada a San Pedro , algo extraño, ya que este santo, parece más razonable la tuviera al NO. de la villa, donde existió hasta los años 60 un crucero con su nombre y una calle con cuatro casas, también lo tiene.
Además, la toponimia nos lleva a lugares donde unas ermitas ha dejado su nombre; es el caso del Cabezo de la Ermita en Santa Anastasia, el despoblado de San Bartolomé y el Puente de San Lázaro sobre el Arba de Biel, por la proximidad a la ermita que allí hubo en honor a dicho santo, como ocurre con el Puente de San Francisco en el Arba de Luesia, por haber sido construido cerca del desaparecido Convento de los Franciscanos.
Hubo más ermitas en el entorno y dentro de la villa dedicadas a San Sebastian en el barrio de La Llana, a Santa Lucía, San Matías y San Andrés, aunque este Santo, más que ermita debió ser una iglesia por los restos que han quedado entre la calle Juliana Larena, antes de Las Tiendas, nº 134 y San Andrés, que fue comercio de la Familia Berni hasta los años treinta y en cuyo solar, está prevista la construcción de viviendas que tendrán como un lujo, una vez restaurada, la entrada que tuvo la iglesia de San Andrés, en cuyo arco destaca su Cruz en forma de Aspa.
Fue la entrada a la ermita o iglesia de San Andrés.
2 comentarios
Amigo Javier: Agradezco tu interés por mejorar las notas de mi Blog; pero en este caso y considerando a Rivas como pueblo, incluí en él la ermita de San Victorian en un anterior post. Puedes verlo en el siguiente enlace. Recordar: https://www.cincovillas.com/?p=1626
Me permito añadir a su interesante artículo que en el térmimo de Ejea se conserva con el exterior prácticamente intacto ( el interior es hoy una vivienda particular) la ermita medieval de san victorian de Ribas, desgraciadamente poco estudiada y valorada pese a estar dedicada a una de la tradiciones religiosas más antiguas del reino de Aragón.