…hasta el pozo o aljibe se ha perdido.
que cumplieron su objetivo
cuando solo había mulas en las labores agrícolas..
Miguel Salas con su nieto Miguel, que me ayudaron a encontrar la ermita de San Lamberto.
“San Lamberto, es el buen patrón de los labradores aragoneses, contaba y cuenta con un espacio religioso en pleno Monte Alto, una ermita que en el año 1880 se restauró”.
Así lo escribe Miguel Ángel Pallarés, en el libro “Tauste, agua y vida”, y aunque estuve hace un tiempo cerca de ella visitando los Trujales de Ramírez, *recordar* no me percaté de que fuera una ermita, aquel edificio que se desmorona y al que los amigos de lo ajeno lo han despojado hasta de las tejas.
Pero hoy, después de charrar con Miguel Salas al que acompaña su nieto con el mismo nombre, y ante su nueva granja porcina con el nombre de “San Lamberto”, ya tengo la seguridad de cual es la citada ermita, que la consideraba una cabaña más de las muchas que existían en este Monte Alto de Tauste, y donde los labradores con sus caballerías, permanecían largos periodos de tiempo en las distintas labores agrícolas.
Más arriba, hacia La Gabardilla, *ver*, una pequeña cabaña me muestra Miguel, que con sus 86 años recuerda, que era muy joven cuando permanecía en ella con su padre y me cuenta algunas anécdotas de aquella lejana niñez.
Comentando sobre los Trujales de Ramírez y los viejos almendros que aún aguantan al borde de caminos y en márgenes, me recuerda que esta era una gran zona de viñedos pertenecientes a la familia Ramírez de Tauste, de la cual solo quedan esos viejos almendros que aún siguen dando frutos.
Agradezco a ambos su amable conversación y a Miguel abuelo, le deseo mantenga ese vigor que mantiene de su larga juventud. Gracias.
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