Escorón, cuna de San Gaudioso.
Punto señalado por Alfonso I y Labaña.

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Como una isla con agrestes acantilados que hacen casi imposible su ascensión, aparece ahora el lugar esplendoroso con su regio torreón, que viera Alfonso I, cuando entregó a Ejea su Carta de Población el año 1110, nombrando en ella, este lugar de Escorón.

La torre de Escorón perduraría en el tiempo durante muchos años , ya que en 1610, la menciona Labaña desde Tauste cuando realizaba el mapa de Aragón.
Muchos años antes, el año 482, en ese mismo lugar de Escorón, enfrente de donde desemboca el río Riguel en el Arba, que aquí ya no es de Luesia ni de Biel, al llegar unidas desde Ejea, nació en una noble familia goda, el que había de ser Obispo de Tarazona en el 527, muriendo también aquí, en Escorón, a los 65 años el año 547, San Gaudioso.

He leído la recopilación de escritos sobre San Gaudioso, que ha realizado, ordenado y comenta Carmen Marín Jarauta, bajo el título “San Gaudioso, un santo ejeano” en la Revista Suessetania nº 23.

En ellos nos relata paso a paso la vida de San Gaudioso, nacido en el reinado de Teodorico Amalo, de los señores de Escorón, los nobilísimos Gunta y Neumacia, y que llegó a ser santo después de ser obispo en Tarazona, y llevar una vida intensa y azarosa.

Asimismo, en este mismo artículo, Carmen Marín, nos describe los diferentes fragmentos de cerámica, correspondientes a diferentes épocas: celtibéricas, romanas y posteriores, que ella misma y su familia, han recogido en el transcurso del tiempo, en este, poco respetado lugar.

Hoy solo nos quedan unos pequeños restos de sus murallas en lo alto de la colina, que a punto ha estado de desaparecer, como puede verse , y gracias a que en su cumbre no han instalado, algunas de las torres de alta tensión que han quedado de vecinas.

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