Nuevo Cartel y Escudo de Farasdués.
Realizados en piedra arenisca de sus montes por Benjamín Iriarte
en la portada de la Iglesia de Farasdués…
…Donde desea queden instaladas en ambos costados, dos de sus imágenes.
Si en Farasdués aflora la piedra en cualquier lugar bajo sus buenas tierras, e incluso, en los terrenos circundando su población; si de esa piedra son sus casas y casonas, su iglesia, su ermita, sus graneros de la hermandad y los muros de su cementerio, ¿cómo no había de ser de piedra el cartel que a su entrada lleva escrito su nombre?
Alguien tuvo esa feliz idea y a cuatro pasos de Farasdués, del mismo lugar que se arrancaba la piedra para construir molones para la agricultura, se consiguió un enorme bloque de casi cuatro toneladas, que con su máquina, José Francisco Melero, trasladó hasta la eras de Benjamín Iriarte.
Allí, bajo un entoldado, este agricultor, ya muy mayor, con una ferviente vocación de escultor, fue dedicando horas y horas de frio y calor, hasta sorprendernos con ese cartel pétreo, que ha pesado en la báscula 1900 kilos.
Cuando visite Farasdués en anterior visita, *recordar*, el cartel estaba terminado, pero se esperaba un momento propicio para instalarlo, y fue Juan Miguel Alastuey, su alcalde, quien me lo comentó el Día de la Comarca y he tardado poco tiempo en comprobarlo.
Regio, enorme, me imagino un dolmen megalítico bien terminado, sobre unos cilíndricos molones y acompañado por el Escudo de Farasdúes realizado también en piedra por el mismo Benjamín Iriarte, y tal como lo hizo en 1556 Johanes Velez en la Vieja Fuente de Farasdués.
Fui a felicitarlo a su casa, pero ya estaba trabajando en una nueva obra y en el mismo lugar, junto a sus almacenes y cocheras. Y fue su esposa, Lucila, quien me recibió y amablemente, me habló de su esposo, de esa ilusión que nació en él en los años setenta, por sacar de la piedra escudos e imágenes tal como él las imagina: Santa Orosia, San Antonio, San José, La Virgen del Pilar, Santa Lucía, etc.
Lucila me enseñó todo el trabajo que queda en su casa, dos imágenes que espera sean colocadas a la entrada de la Iglesia, como él desea, otra en la Ermita de Santa Orosia y, la Patrona de Aragón que embellece el patio de su casa. Y en el corral, escudos y escudos con distintos apellidos, que supongo esperan mejor destino.
Quedé sorprendido de tanto trabajo realizado por un hombre, que siempre lo he conocido como un buen agricultor, que pasó de las mulas al tractor y al jubilarse, encontró más tiempo para acariar la piedra y arrancar de ella, la belleza que lleva dentro.
Me satisface traer a mi blog a Benjamín por esta hermosa faceta, la que no conocía y me ha dejado gratamente sorprendido.Y Felicitarle por el trabajo que viene realizando y muy especialmente, por este FARASDUÉS, que en su principal entrada, recordará en el futuro de los tiempos, que solo por el cariño a su pueblo, lo esculpió Benjamin Iriarte.
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