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Calurosa tarde para las músicas en la calle y en los toros, donde la suerte no se puso de parte de Alberto Álvarez que le correspondió el peor lote de la tarde.
No faltaron ganas de triunfar, pero me quedo con el cariño mostrado entre el torero José Padilla y su hija, antes de hacer con su pie una cruz en la arena al comenzar el paseillo.
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