FIRMA INVITADA
Antonio Acín Valenzuela

En más de una ocasión ha llegado a mi blog el sadabense Antonio Acín Valenzuela como Firma Invitada, para ofrecernos sus válidas opiniones, acerca de iniciativas que pueden redundar en favor de nuestros pueblos. Su perfil y reseña personal podemos recordarla en anteriores artículos suyos, que agradecemos. *ver*

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MUSEOS DE LAS CINCO VILLAS

Cuatro localidades “capitales” de las Cinco Villas cuentan con sus correspondientes Museos: Ejea, con Aquagraria, La Espiral y el Etnológico “Miguel Longás”; Tauste, el Parroquial, Rosario de Cristal, del Dance y de la Escuela; Sos y Uncastillo, que ambos son un museo desde que se accede a ellos hasta que se abandonan, cuentan, el primero con el centro de interpretación Fernandino y el Museo Parroquial; y Uncastillo con el Centro de interpretación del Arte religioso del Prepirineo, el de la Torre del Castillo y el Museo del Frío.
La única “capital” de la comarca que no cuenta con ningún espacio expositivo es Sádaba y eso que los tiene, como vulgarmente se dice, “a la mano”. Y no sólo me fijo en dos que podrían ser espacios de gran interés de lo que fue Sádaba hasta no hace mucho tiempo: la Casa del Conde y la Harinera, dos lugares de propiedad particular pero que, de llegarse a un acuerdo con los titulares de los inmuebles, tendrían gran interés informativo y sociológico para dar a conocer a propios y extraños, en el primer caso, cómo vivían los nobles en la zona rural, y en el segundo, cómo era un negocio muy importante en el medio agrícola como las fábricas de harinas, los hornos y las panaderías, el amasado familiar en las casas, el trabajo de los farderos, el silo del SNT tan relacionado con el tren Gallur-Sádaba, etc.
No menos de media docena de espacios públicos en Sádaba podrían convertirse muy bien, y posiblemente no requirieran inversiones desorbitadas, en lugares de visita e información, empezando por el antiguo Matadero y terminando por los dos “Balcones Sadabenses”, ambos en el magnífico alto de la Atalaya al borde de la antigua carretera hoy día inutilizada, desde los que se podrían obtener excelentes vistas del entorno y de las sierras de Uncastillo, Sos y Navarra.
Hasta los pueblos contiguos a Sádaba y otros más pequeños de la comarca, cuentan con su Museo correspondiente : Layana, en su torreón, acoge el espacio romano “De Agri-Cultura”; Castiliscar con el Museo de la Orden de San Juan de Jerusalén y la Encomienda que ha ampliado una nueva sala “Calventius” con restos del pasado romano de la localidad; Biota prepara el suyo en el Palacio del Conde de Aranda, además del existente como Museo Parroquial, que alberga entre  valiosos objetos e imágenes, un retablo barroco del cincovillés Vicente Berdusán; sin olvidarme de los museos de Luesia, con su Arte Sacro de San Esteban; Biel, con el torreón del siglo XI, que trabaja por tener dentro un centro de interpretación de vida en los castillos medievales y un espacio sefardí; Valpalmas, con su Centro de Interpretación del Nóbel Ramón y Cajal; Luna, salas-Museo en el monasterio de Monlora y el Antiguo Molino; Lacorvilla con su Museo de la Escuela pública; Navardún, Centro de Interpretación de los Reinos de Navarra y Aragón; Los Pintanos con sus «Huellas», Museo sobre la Prehistoria; en Isuerre un Museo Micológico que nos muestra las setas de las Altas Cinco Villas, El Bayo, con su «Casa del Colono»,  un espacio expositivo que nos muestra la vida de aquellos «emprendedores» con sus animales y aperos que cambiaron el secano en regadío de Las Bardenas, y  Urriés, haciendo crecer su Museo etnográfico.
Todos ellos han conseguido, con no pequeño entusiasmo, crear sus pequeños ó grandes museos. ¡Esto sí que es llenar de contenido las visitas, cada vez más frecuentes, de los viajeros y turistas de las grandes urbes a nuestros pueblos y, hasta una apuesta por el futuro de nuestras vaciadas zonas rurales!

Antonio Acín Valenzuela

Sádaba. Abril 2019

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